jueves, 30 de septiembre de 2010

SIEMPRE ME TOCA A MI RESOLVER TODO......

1ra Pedro 4:11
"El que habla, hágalo como quien expresa las palabras mismas de Dios; el que presta algún servicio, hágalo como quien tiene el poder de Dios. Así Dios será en todo alabado por medio de Jesucristo, a quien sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén."
¿Cuántas de ustedes se encontraron en algún momento de su vida resolviéndole los problemas a media humanidad? Con la soga al cuello, ya no dabas más... diciendo: "pero todo a mí, siempre me llaman a mí, siempre soy la que tengo que sacar las papas del horno". Generalmente cuando una persona se hace cargo de todo, tiene esa actitud porque cree que no le queda otra opción; dice: "y bueno, lo voy a tener que hacer, no me queda otra; me lo pidieron a mí, no le puedo decir que no". Pero en realidad no es una presión que viene de afuera sino una presión interna. O sea, vos misma te sometés a la presión de hacer todo para todo el mundo.
La presión no es externa, es interna
Si es un presión interna, ¿por qué nos presiona? Hay muchos motivos, pero tres de ellos son muy importantes. ¿Por qué las mujeres decimos a todo, y cargamos con lo que todo el mundo nos pide?
1) Por costumbre
Tal vez siempre te encargaste de todo en tu casa; siempre fuiste la que se encargó de cuidar a tu papá o a tu mamá; sos la encargada de llevar las finanzas; sos la encargada de comprar los remedios; y siempre lo hiciste vos. Por eso ahora ni te lo cuestionás y tenés en tu mente metido el concepto de que eso te toca a vos, que es una tarea que siempre la hiciste vos por costumbre. No te cuestionás el hacerlo, porque toda la vida te hiciste cargo de todas esas cosas, y ni siquiera pensás en que otro se haga cargo de eso, porque es algo tuyo. Vas a decir: "siempre lo hice yo, siempre llevé las finanzas, siempre fui a pagar las cuentas, siempre me encargué de mis hijas; y mi marido nunca se encargó de nada; pero lo hago por costumbre". Y entonces ya nadie te pregunta, ya nadie te dice: "¿querés que lo haga yo?"; ya nadie te dice: "¿querés que hoy te reemplace?, ¿querés que vaya yo al banco a hacer la fila?". Nadie te pregunta porque por costumbre vos sabés y ellos saben que la encargada de eso sos vos.
2) Por control
Son esas personas que tienen miedo de perder el control; entonces se encargan de hacer todo para estar enteradas de todo, para que nada se les escape de las manos. Sienten una necesidad tremenda de hacerlo ellas mismas. Son esas mujeres que dicen: "si no lo hago yo, ¿quién lo va a hacer?"; "si es de la manera en que yo lo hago, todo el mundo lo hace mal; por eso me hago cargo y tengo el control de toda la situación"; y así no confiamos en nadie. Generalmente a nadie de alrededor va a delegarle una tarea.
Alguien dijo: "quien pretende controlarlo todo pierde el control de todo". Lo que vos querés controlar te termina controlando a vos y te termina destruyendo. Eso que vos decís: "nadie lo puede hacer como yo, nadie lo va a hacer nunca como yo", "yo quiero saber todo, quiero saber dónde está cada cosa, saber si esta tarea se hizo o no se hizo, me encargo yo"; ¡esa mujer termina agotada! ¿Cuántas se sintieron agotadas alguna vez en la vida?
3) Por culpa
Hay mujeres que tienen un guardián interior que todo el día les está catalogando sus actos y sus pensamientos, su forma de ser. Piensan: "si yo no lo hago, ¿qué van a pensar de mí?, si yo no me encargo de mis hijos, ¿qué van a decir de mí?, que soy una mala madre"; "si yo no hago esto para mi mamá, ¿qué van a pensar de mí?, mi mamá me cuidó toda la vida..."; "si yo no voy con esta amiga que me dice todos los meses que le preste plata... se la tengo que prestar, no le puedo decir que no, porque va a pensar que soy una amarreta, que soy una mala amiga". Eso se llama actuar por culpa. Culpa, ¡fuera de mi vida!
Son personas que siempre piensan: "lo tengo que hacer, lo tengo que hacer porque sino ¿qué van a pensar, qué van a decir? La persona que hace todo por culpa no puede disfrutar la vida, no tiene gozo; es una mujer que piensa que la vida es para sufrir. Dicen: "yo no tengo tiempo para disfrutar, estoy agobiada, estoy agotada", pero en realidad es porque tienen una culpa grande, que no le permite decir no a lo que los otros -o ella misma- exigen. Son esas personas que dejan la piel por otras. Y vos les decís: "pero escuchame, te estás haciendo mal; atender a esa amiga que viene todos los días llorando y con depresión, te está haciendo mal a los nervios"; pero no la dejás porque sino te sentís culpable; ¡ni siquiera confiás en que Dios lo haga bien! Te sentís tan culpable que decís: "no, mejor me quedo con ella y la sigo aguantando, sigo conteniéndola todo el tiempo".
Son mujeres que no pueden sentirse felices porque sienten que siempre hacen demasiado poco... ¡y están haciendo un montón de cosas! Es como que siempre les está faltando algo: "ay, debería hacer más, debería ir más seguido a visitar a mamá, debería llamarla por teléfono más seguido, debería estar más tiempo con mis hijos, debería, debería", siempre se va a sentir culpable porque siente que lo que hace es demasiado poco; trata de sentir más allá de sus fuerzas. Por ejemplo, vas de vacaciones y tu familia te pide de todo: "mamá comprá tal cosa, ¿qué hay para comer?, ¿qué pusiste en la heladera para llevar a la playa?", te piden de todo. Pero la mujer culpógena dice: "yo también estoy de vacaciones... ay pero bueno, es la familia, se lo tengo que hacer", y en lugar de descansar, ¡se la pasan trabajando más en las vacaciones que cuando están en su casa! Eso es por culpa, porque creés que no te merecés vacaciones; porque decís: "mi marido es el que se mató trabajando para que tengamos estas vacaciones; entonces yo tengo que pagar la culpa de que mi marido se mató trabajando"; "no estoy nunca con mis hijos; ahora en estos quince días que estoy con mis hijos me tengo que dedicar y ser la sirvienta de ellos; por quince días... en el año no estuve nunca con ellos", y vivís pagando culpas durante las vacaciones, la culpa que acumulaste durante todo el año. Por eso decís: "al final en las vacaciones no descansé nada; vine más cansada que antes"; llegás y tenés que lavar toda la ropa que quedó sucia con arena... y otra vez vas acumulando. Y te quejás, pero no lo podés dejar; te quejás pero no podés determinarte, decir que no; te quejás pero lo volvés a hacer con angustia, lo volvés a hacer con carga, con bronca, con furia.
Hay personas que han elegido un modelo de vida del agotamiento: "yo tengo que responder a las expectativas de los demás", y tal vez no sepas muy bien cuáles son las expectativas de los demás. Creés que las conocés, pero tal vez no sepas muy bien qué es lo que quieren tus hijos de vos; tal vez no sepas muy bien qué es lo que quiere tu pareja de vos. Pero vos tratás de cumplirle las expectativas a todo el mundo. Por eso te adelantás, y antes de que te pidan algo ya lo sabés; antes de que te digan que necesitan algo, vos ya se lo estás supliendo; porque te adelantás a lo que vos creés que son sus expectativas: "mis hijos quieren esto; mi marido quiere esto; mi pareja quiere esto; mi amiga quiere esto", y te vas adelantando... pero en realidad no lo sabés.
¿Vos creés que a tus hijos les encanta verte todo el día con este calor planchando ropa? ¿Vos creés que la expectativas de tus hijos es que estés todo el día planchando ropa? ¿Vos creés que a tus hijos no les gusta verte bien, sonriendo, cantando, bailando, siendo feliz, yendo a estudiar, saliendo a pasear? ¿Por qué tenés que cumplir una expectativa que es irreal?, ¿por qué te metiste en la cabeza que tus hijos te tienen que ver todo el día sufriendo, trabajando, llorando, renegando, cuando las expectativas de tus hijos tal vez son otras? Entonces, ¿por qué no empezás a ver las cosas de otra manera?, ¿por qué no empezás a hacerte un esquema mental diferente del que te hiciste hasta ahora? "Yo creo que como madre debo actuar de esta manera", y como madre si no hacés eso te sentís culpable; y para no sentirte culpable tratás de cumplir con todo lo que supuestamente los demás te están pidiendo. Y cuando reclamás agradecimiento los demás te dicen: "¡si yo nunca te pedí que hagas eso!" ...¿a cuántas nos dijeron eso? "¿Pero vos no me dijiste que querías un sándwich para llevar a la playa?", "mamá: nunca te pedí eso; yo me arreglo con cualquier cosa", y vos estuviste toda la mañana en la cocina haciendo los sandwichitos, tostándolos, para llevarlos a la playa; y ellos te dicen: "yo me arreglo con cualquier cosa mamá..."
Tengo que revisar mis ideas sobre las expectativas ajenas
Tenés que ver y replantarte las voces internas que te hacen terminar el día agotada. Generalmente las mujeres no respondemos a la tarea, respondemos a la voz interna que nos habla antes de hacer esa tarea: "si no hacés esto van a pensar mal de vos, si hacés aquello te van a aplaudir y van a decir qué buena mujer; si hacés esto otro te van a decir qué inteligente; si decidís esta otra cosa te van a decir que sos una necia", y vivimos pensando que los demás tienen altas expectativas; pero en realidad son las voces internas, mandatos que tenemos dentro nuestro.
Queridas mujeres, estar agotada no es lo mismo que estar cansada. Vos podés caminar dos kilómetros -veinte cuadras- en la playa y terminar cansada, pero no agotada. Caminaste veinte cuadras, estás cansada, tu cuerpo está cansado, queres ir a descansar, pero no estás agotada por que hiciste algo grato, que te hizo feliz. Terminás cansada pero no agotada. Sin embargo, cuando hacés cosas que no te traen felicidad, ahí sí terminás agotada.
Quiero darte un secreto espiritual muy grande...
¿Cómo te das cuenta si estás cansada o si estás agotada? ¿Cómo te das cuenta que lo que estás haciendo te está agotando y te está llevando a la enfermedad, o solo estás cansada y necesitas dormir un ratito más, sabiendo que al otro día te vas a levantar con felicidad y con fuerzas para seguir adelante?
Una mujer agotada tiene un modelo enfermo; hay un modelo enfermo detrás. Tal vez viste a tu mamá o a tu abuela o a alguien que te inculcó ese modelo: "vos para ser aceptada tenés que estar siempre trabajando, siempre moviéndote, siempre quejándote, diciéndole a todo el mundo no doy más", porque escuchaste a tu mamá o a tu papá, a tu abuela quejarse todo el día, y te creés que esa es la manera de comunicar a los demás tu malestar.
Tenés que revisar qué modelo enfermo hay detrás de esa queja,
detrás de ese agotamiento, o detrás de ese sufrimiento.
Y también preguntarte: "¿lo que hago lo hago motivado por el amor o por la culpa?
Cuando Cristo dio su vida, ¿lo hizo por amor o lo hizo por culpa? ¡Por amor!: "no es que ustedes me lo pidan, ni los escuché a ustedes pedírmelo; entrego mi vida por amor". Y vos tenés que preguntarte en cada cosa que hacés en tu vida, esas cosas rutinarias que hacés que a veces te agotan, si las estás haciendo por amor o las estás haciendo por culpa. Si lo hacés por culpa vas a terminar agotada; si lo hacés por amor vas a terminar renovada; cansada pero renovada. Si lo hacés por culpa vas a decir todo el tiempo: "tengo que ir acá, tengo que hacer esto, tengo que hacer aquello, tengo que cuidar a tal, tengo que ir al trabajo"; eso es por culpa, no es por amor.
Tenés que replantear tu vida cotidiana y hacer todo por amor.
Una mujer que vive agotada y que hace las cosas por culpa vive privándose: "no tengo tiempo, no puedo, no es para mí, no me lo merezco"; "dejate de pavadas, ¿qué me estás proponiendo salir, con todo el trabajo que yo tengo?". Una mujer que tiene culpa siempre te va a contestar así. Por ejemplo: "mamá, vamos a tomar un café, salgamos un poco a relajarnos", "ay hija, no tengo tiempo, no puedo; a vos te parece... para vos la vida es fácil, pero vos no sufrís como yo"; madres que viven con culpa permanente y te la quieren transmitir a vos, porque disfrutar les parece un pecado. La mujer que vive por culpa es una mujer que vive midiéndose y midiendo a los demás: "uh, hoy no llamé a mis hijos; ayer llamé tres veces, hoy debería llamar dos veces más, porque van a creer que soy una madre desamorada"; "le planché una camisa, mañana le voy a planchar tres para que tenga para toda la semana", y viven midiendo todo lo que hacen. "Hoy acompañé a mamá al médico, hasta la semana que viene no lo tengo que hacer más... ay, pero me la saqué de encima... pobre, no lo tengo que hacer más". La típica mentalidad de una mujer que se mueve por culpa: "uy, me lo saqué de encima", no lo disfrutó... se lo sacó de encima.
¿Cuántas disfrutaron después del parto? Yo sé que en el momento del parto mucho no disfrutás; pero vos sabías que lo que venía era grandioso, después de parir un hijo. Vos no pariste y dijiste: "listo, me lo saqué de encima; lo parí, me lo saqué de encima"; fue todo un proceso. Pero hay mujeres que tienen tanta culpa, viven tan agotadas, tan asfixiadas, que viven todo apurado para sacarse de encima las cosas del día, para volver a cargar con más cosas; sacarse la ropa de encima para volver a cargarse con más; porque tienen ese modelo mental de agotamiento.
Yo te voy a mostrar otro esquema; si lo podés aplicar a todas tus relaciones personales vas a ser la mujer más feliz; cansada pero feliz. Esto es lo que tengo que aplicar:
1) ¿Por qué crees que Dios te ama? Porque sos su hija, porque sos su creación. Dios te ama porque se le antojó amarte, porque quiere. Dios te ama porque quiere amarte, porque cuando te ve quiere amarte, cuando te ve le provocás amor, por eso Dios te ama. Dios te ama porque se le ocurrió, se le antojó que cuando te mirara te iba a amar, y él cumple con su palabra, y te ama. Pero hay mujeres que todavía creen que tienen que hacer algo para recibir el amor de Dios; hay muchas mujeres que cuando recién se convierten y hacen su oración de entrega, sienten un amor muy grande de parte de Dios, que Dios las perdonó, que Dios las ama, que Dios les va a hacer vivir experiencias nuevas. Pero con el paso del tiempo, cuando ya se vuelven como veteranas en el Señor, creen que Dios les va quitando amor, las va amando un poco menos; "porque metí la pata", "...porque hice esto mal, por lo que dije, porque yo no le hablo a Dios tanto como antes". O sea que creen que Dios las va amando un poco menos, porque ahora que ya están con Él, ahora tienen que hacer méritos para que Dios las ame más. Hay muchas que lo dicen, que lo expresan, pero no lo creen. Al primer problema dicen: "Dios me abandonó", al primer conflicto dicen: "debe ser porque yo no hice lo correcto, por eso Dios me mandó este castigo", y ponen en boca de Dios cosas que Dios no dice. Porque Dios prometió amarte por siempre y para siempre...
Nunca nadie va a poder separarte del amor de Dios;
ni lo que hagas ni lo que dejes de hacer podrá separarte del amor de Dios.
Dios te ama siempre: hagas o no hagas, tengas o no tengas, vengas o no vengas, des o no des. Dios te ama porque a Él se le ocurrió amarte.
¿Qué tiene que ver esto con el agotamiento? A veces buscamos que la gente nos ame y hacemos tantas cosas que terminamos agotadas, solamente por buscar el amor de la gente. Por eso si vos aplicás este esquema te va a ayudar. Es muy sencillo: ¿por qué tus hijos te aman? ¿Porque le preparás la comida, porque le planchás la ropa, le lavás la ropa, porque los guiás? No. ¿Por qué te aman tus hijos? Porque sos su mamá, sos la única mamá que tienen, no hay otra, es lo que hay. ¿Sabés cuál es la mejor mamá para un hijo? La que tiene. Preguntale a un hijo, por más que la mamá sea de terror, la mejor mamá es la que tienen. Vos sos la mejor mamá para tu hijo. Dios quiso que tu hijo naciera en tu casa y que vos fueras la mamá, porque Dios dijo: "esta es la mejor mamá para este hijo". Eso me gustó. Por eso cuando te preguntes: "¿yo tengo que hacer esto para que mi hijo me ames más?, ¿yo tengo que hacer esto que me estás pidiendo para que me ames más?" No. Tu hijo te ama porque sos la mamá; tu marido ¿por qué te ama?, ¿tendrás que hacer algo para que tu marido te ame? Por eso te eligió un día, por eso vos lo elegiste a él. ¿No debería ser así? Hay mujeres que dan sexo porque dicen: "si yo no le doy, él me va a dejar de amar" ...¿pasa por ahí? "Si yo no tengo bien mi cuerpo mi marido me va a dejar de amar", "si yo no tengo tales medidas, si pierdo mi juventud, si no hago lo que él quiere me va a dejar de amar". Eso es porque no aplicás este esquema: ¿por qué te ama tu marido? Preguntatelo; vas a ver qué vas a dejar de estar agotada en tu vida matrimonial y vas a empezar a fluir y a ser libre, porque sabés que él te ama.
¿Cuándo te aman más tus hijos? Acá hay una trampa, porque tus hijos te dicen muchas veces: "cómo te amo mamá" cuando les hiciste algo bueno; te dicen: "¡te re-amo, sos amorosa, re-buena, te re-amo!". O cuando terminás de tener sexo con tu marido que te da un besito y dice: "estuvo bárbaro vieja, te quiero", y vos sentís que ya lo tenés ganado por una semana más. Aplicá este esquema: ¿en qué momento te aman más tus hijos?, ¿en que momento te ama más tu marido?, y lo mismo que contestamos con Dios: "¡siempre, siempre, siempre!". Aplicá el mismo esquema: la gente que tenés alrededor te ama por lo que sos, y la gente que tenés alrededor te ama siempre. Eso te va a relajar, te va a tranquilizar; tenés gente alrededor que te ama siempre y te ama porque quiere amarte. Esa gente es de oro; esa gente es valiosa; no tenés que hacer nada más para agradarle; no te mates tratando de agradar a tu mamá, a tu papá, para tratar de robarle un minuto de amor; vos no estás hecha en este mundo para tomar migajas de amor; estás hecha para soltar amor para todos lados. Y cuando uno tiene la seguridad de que alguien te ama por lo que sos, y que te aman siempre, caminás hacia los sueños que hay en tu corazón.
Querida mujer: viví bajo la gracia y no bajo la ley.
Lo que estás haciendo que te está agotando es porque estás viviendo bajo la ley. "Me van a decir...", "qué van a pensar si no lo hago", "y cómo van a estar", "y yo no puedo", "pero mirá vos.." y vivís calculando en tu mente, haciendo cálculos mentales. ¡Aprendé a vivir por la gracia! Yo leí a un teólogo alemán que me gusta mucho, tiene muchos libros buenos, se llama Anselm Grün. Él habla sobre las fuentes de la energía interior; dice que hay dos fuentes de energía: una fuente es la nuestra la propia. Tenemos que aprender a conectarnos con nuestra fuente de energía propia. Y la otra es la fuente inagotable del Espíritu Santo. Él dice: "¿qué cosas te divertían, te salían fácil y te gustaban hacer cuando eras chica?". Pensalo... ¿qué era lo que más te traía placer cuando vos eras chiquita, a los doce años, diez años, a qué jugabas? Por ejemplo: a la maestra, a navegar en un barco, a pintar, colorear, a cantar, construir castillos. ¿Qué cosas podías pasarte horas haciéndolas y no te molestaba? Y fluías, y eras feliz, estabas contenta... ¿a la doctora, al teatro, a los títeres? Yo vivía jugando todo el tiempo a ser maestra, esa es la fuente de la energía interior; lo que te gustaba hacer, lo que te salía bien, con lo que fluías, con lo que te divertías, te pasabas el tiempo alegre y feliz. Parecía que no había problemas ni conflictos por resolver, porque ese tiempo era tuyo. Esa es tu fuente interior. Anselm Grün dice que tenés que volver a conectarte; y él cuenta dos anécdotas interesantes:
Había una vez una mujer que cuando era niña cuidaba y traía a su casa todos los animales heridos. Les daba mucho amor y los curaba con mucha paciencia. Decidió estudiar para ser terapeuta, para hacer terapia a la gente y sanarle las heridas del corazón a la gente. Empezó a trabajar y el trabajo le resultaba tedioso, agotador. Estaba cansada... "¿por qué no me siento bien, si es la carrera que yo elegí?", decía ella. Y se dio cuenta que se había desconectado de su fuente de energía interior, porque ella se acordaba que cuando era chiquita, cada vez que buscaba un animalito que estaba herido le daba mucho amor, y le tenía mucha paciencia, pero ahora por hacer todo perfecto y correcto se olvidaba de darles amor y de tenerles paciencia a sus pacientes. Cuando la cosa no funcionaba como cuando ella era chiquita, y dice que al descubrir cuál era esa energía de cuando ella era chiquitita, donde ella fluía, lo empezó a usar de grande en su profesión. Y eso hizo que su trabajo ahora fuera placentero; lo que antes terminaba agotada ahora terminaba cansada, pero no con bronca ni frustración. Y cuenta otra historia de una mujer que de niña jugaba a embellecer a las muñecas; las cambiaba de ropa, las maquillaba, las peinaba. Y dice que a ella le gustaba la belleza, y de grande fue maestra. Pero cuando daba clases, ella terminaba cansada de luchar con los chicos, de gritarles, de estar todo el día con ellos, de que no entendieran; y dijo: "¿qué es lo que me pasa...?" Hasta que se conectó con su fuente interior, de cuando era chiquita; y se dio cuenta que a las muñecas ella lo que hacía era mostrarles un mundo de belleza, mostrarles que las cosas eran lindas, que todo era diferente, que se podían vestir bien, maquillarse. Que vivir era un placer. Y se dio cuenta que eso no se lo había transmitido a sus alumnos, no les había transmitido que la vida era linda, bella; que había mucho por conquistar todavía. Que los de alrededor podían transformarse en algo hermoso. Y se conectó con su fuente interior y empezó a hacerlo su trabajo diario.
Este teólogo dice que hay que volver a conectarse con la fuente interior. Tenés que volver a conectarte con lo que te hace feliz; tenés que volver a conectarte con lo que te hace bien; con lo que te trae paz. ¿Qué hacías de chiquita? ¿Por qué no lo aplicás ahora de grande en el trabajo que tenés? Cuando alguien te pide hacer algo, ¿por qué no lo hacés de esa manera, como lo hacías de chiquitita? Yo me acuerdo que mi mamá nos mandaba siempre a comprar; y con mis hermanas nos peleábamos por hacer las compras. Si uno se conectara, ¿por qué lo hacías? Porque era una experiencia nueva, te relacionabas con gente, era un desafío que tu mamá te diera la plata y te dieran el vuelto justo, que nadie te robara nada, ni un centavo...
Volvé a conectarte con la fuente interior.
Y en segundo lugar, dice que hay que conectarse con la fuente inagotable del Espíritu Santo. El Espíritu Santo está dentro tuyo y tiene recursos que todavía no usaste. Dios quiere mostrarte esos recursos para que cuando la gente te pida cosas todo el tiempo, vos puedas hacerlo a través de la fuerza del Espíritu Santo. Si vos vas a hacer algo, vas a dar un servicio, hacelo de acuerdo a lo que Dios te puso adentro; no lo hagas con fuerzas humanas, hacelo con la fuerzas del Espíritu Santo. "Yo la verdad no tengo ganas de hacer esto, no tengo paciencia, no tengo fuerzas, me voy a conectar con la fuente inagotable del Espíritu Santo".
Había un hombre que estaba sentado cerca de una fuente y tenía agua que sanaba. De pronto pasó Jesús; el hombre era paralítico y nunca se podía meter a la fuente porque nadie podía llevarlo hasta el agua. Él creía que su sanidad -lo bueno de la vida- estaba en una fuente externa: "el día que me reconozcan, el día que me den, el día que me lleven, el día que me digan que me aman, ahí voy a ser feliz, voy a dejar de agotarme, voy a descansar, voy a estar conectada". Y este hombre estaba esperando que la fuente de afuera le diera algo. Y vino Jesús, lo vio postrado y le dijo: "¿querés ser sano, o querés seguir aprovechándote de esta situación?; ¿querés seguir aprovechándote de esta enfermedad?". ¿Querés seguir aprovechándote de ser la sirvienta de todo el mundo?, ¿querés seguir aprovechándote de esa situación, de que nadie te puede decir nada porque vos sos la que te encargás de todo?, ¿querés seguir aprovechándote de esa situación, o querés ser libre de una vez por todas? El paralítico le dijo: "es que no puedo, nadie me lleva a la fuente", y Jesús le dice: "no me des excusas, no es la fuente que está afuera; conectate con la fuente que tenés adentro". Y le dijo: "¡levántate!". Lo hizo conectar obligadamente con su propia fuerza interna, porque adentro, en la fuente interna, tenés la salud que estás necesitando; tenés la finanzas que estás necesitando, tenés la paz que estás necesitando. Adentro; porque dice la Palabra que Él viene a nuestra vida y es como una fuente que se mete adentro y que empieza a brotar, y que esa agua que sale desde adentro nuestro es un agua inagotable, y el que bebe de esa agua no volverá a tener sed jamás.

Conectate con la fuente del Espíritu Santo. Cada vez que estés agotada -no hablo de cansancio, sino de agotamiento, que viene con culpa y remordimiento, que decís "no alcancé, no llegué", que siempre te exigís un poco más, pero no nunca estás conforme- preguntate: ¿de qué fuente estás bebiendo? Si estás bebiendo de una fuente externa, de las expectativas, de las presiones, de las exigencias de los demás; o estás bebiendo de tu propia fuente, la fuente del Espíritu Santo, que brota todo el tiempo y que tenés derecho a beber de ella todas las veces que lo necesites en el día... ¿De qué fuentes estás bebiendo?, ¿de fuentes turbias o de fuentes cristalinas? ¿Qué pensamientos o que enfermedad hay detrás de eso que estás haciendo que te mantiene encerrada y agotada? ¿Cuál es el problema por el cual vos no podés disfrutar de la vida? ¿Por qué vivís bajo presión todo el tiempo? Porque parece que es una costumbre vivir bajo presión, que no podés relajarte, fluir; todo lo hacés apurada, nerviosa, angustiada, y no te está dando el resultado que querés, porque esa presión lo único que hace es traerte más presión. ¿De qué fuente estás tomando?
Uno se da cuenta cuando es del Espíritu Santo, porque todo lo que uno hace fluye; porque estás contenta con lo que hacés; porque irradiás alegría, porque te cansás pero te volvés a levantar. No hay agotamiento, no hay frustración, no hay odio, no hay resentimiento; no es "otra vez tengo que hacerlo, porque todos me lo piden", sino que he aprendido a conectarme con mi fuente interior. "A ver, voy a hacer lo que me fluye hacer, como mejor me salga; le voy a poner este condimento; yo sé que tal vez no puedo cambiar esto porque hay que hacerlo, pero le voy a poner un nuevo condimento, voy a hacer que fluya, que no me cueste esto que tengo que hacer". ¿Llevar a mamá al médico?, no me tiene que costar; ¿hacer la cola del banco para cobrar la jubilación?, le voy a encontrar la vuelta y me voy a divertir, como cuando era chica.
Empezá a beber de tu propia fuente y pedile al Espíritu Santo
que te muestre las herramientas que te dio para poder fluir.
Dios le dio a Abraham una promesa, y esta promesa es para tu vida y para todos aquellos que quieran tomarla: "te bendeciré y serás bendición", en ese mismo orden... te bendeciré y serás bendición. Yo quiero decirte que cada una de nosotras podemos convertirnos en luz para las tinieblas de alguien. Dios me bendice, porque cuando busco dentro mío, cada día encuentro un recurso nuevo que todavía no conocía. Dios me lo da para bendecirme a mí, yo lo saco para darlo, y como tengo de más, ¡siempre tengo para bendecir a otros! Te bendeciré y serás bendición, te bendeciré y serás bendición, te bendeciré y serás bendición... siempre fluye, ¡nunca se detiene!
Cada vez que leo los correos me fascina; puedo pasarme horas leyendo los correos que me mandan, es algo que me produce un placer que no me produce ninguna otra cosa: leer lo que dicen, lo que les está pasando -para después preparar un tema o una palabra, o un programa de televisión-, y responderle a todas esas mujeres me provoca placer. Porque yo bebo del agua del Espíritu Santo y sé que Él tiene una respuesta para cada mujer que me escribe; eso es beber del agua del Espíritu Santo. Si yo dijera: "uh... otro correo más, son un montón", "otra vez me cuentan sus problemas...", ¡pero a mí me fascina!, lo hago con amor, lo hago con la presencia del Espíritu Santo. Todo lo podes hacer ó con fastidio ó bebiendo de la fuente del Espíritu Santo. ¿Te acordás cuando tus hijos eran chiquitos y no querían comer algo?, ¿qué le hacías para que lo comieran? el avioncito, el famoso avioncito que iba directo a la boca. ¿Qué estabas haciendo? Que el chico se conecte con el juego, que se conecte con algo que a él le gustaba, que mientras comía -que era algo que no quería hacer- lo hiciera jugando, para que entonces lo comiera. Eso es lo que Dios quiere que hagas: cada vez que tenés que hacer algo, para que no te agotes, usá la técnica del avioncito ...¡ponete a jugar! A ver, ¿qué jugabas cuando eras chica? Ahí está la clave. "Yo pastora no jugué a nada en especial..." ¡pero tenés al Espíritu Santo, que es una fuente inagotable! ¿No podés sacar de acá dentro, porque tuviste una infancia infeliz? Tal vez algo hacías que te gustaba mucho... tal vez te encerraban, pero cuando estabas encerrada en tu cuarto, seguro que hacías algo que te gustaba mucho; tal vez leías un libro, o te gustaba conectarte con los personajes; tal vez ahora cada vez que te conectes con la gente, en vez de enfurecerte por lo que te dicen, disfrutá como cuando eras chica; acordarte del avioncito. "Ay, esto no me gusta..." ¡pero se viene el avioncito y lo voy a hacer!
Conectate con tu fuente interior, conectate con la presencia del Espíritu Santo; Él es real, es una persona, y vos todos los días de tu vida podés pedirle las fuerzas que necesitás para seguir adelante. El Espíritu Santo quiere ser tu amigo, tu guía; vos podés contar con el Espíritu Santo. Tenés que decirle: "Espíritu Santo no quiero hacer esto, me cuesta hacer tal otra cosa, no puedo decir que no; pero yo sé que vos me vas a dar la estrategia", y entonces vas a sacar de adentro las herramientas que el Espíritu Santo te dé, las vas a aplicar; tal vez te canses, pero nunca te vas a agotar; vas a tener una alegría que cuando te vayas a dormir a la noche vas a reír de la emoción. No tenés por qué agotarte; no tenés por que vivir el sufrimiento y el padecimiento; dejá de llorar por todos los rincones y de quejarte; sé libre y mostrá al mundo qué lindo es vivir la vida con la presencia del Espíritu Santo.
Él lo hizo todo por amor a nosotros... ¿cuándo te ama más Dios? Siempre, y siempre es por amor. Vas a orar para que el Espíritu Santo de Dios se manifieste en tu vida; para que lo conozcas, que sea tu mejor amigo y que puedas fluir en la vida. Es tiempo de fluir, es tiempo de soltarse en los brazos del Señor, es tiempo de decir "Espíritu Santo quiero fluir; me ha costado tanto la vida, pero yo llegué acá no para que me siga costando, no para tener broncas, amarguras, reproches, no para ser la que carga con todo y vivir quejándome; yo vine acá para soltarme en tus brazos de amor". Quiero decirte que el Espíritu Santo va a empezar a obrar en tu vida de una manera diferente y este año lo vamos a tener como nuestro mejor amigo.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Tu hijo se muere - Funky (VIDEOCLIP) / letra VICO C

Escúcheme ingeniero escuche Doctor

Escúcheme ingeniero escuche Doctor
Escuche comediante óyeme cantor
Que lo canto no es un tema cualquiera
Ya te enamoraste de tu posición no tiene
Nada que ver con tu profesión se trata de la
Gente que siempre te espera
Tu casa tus hijos, tu vida tu Dios tu hogar
Tu compañera son partes que nunca
Jamás se deben de ignorar antes que en tus manos se mueran

El Abogado profesional va defendiendo la justicia
Y como el nadie es igual por su experiencia
Y su malicia esta cuidando su reputación

Porque no quiere dejar de ser numero uno
Para que digan como ese macho no hay ninguno, ninguno
Y le pregunto si dedica tiempo a los quehaceres del hogar
Si mis palabras se las lleva el viento por que ya tiene
Que trabajar y la maldad va penetrando en su casa desapercibida
Introduciendo soledad que va manchando el cuadro de la vida
Y Yo le digo así:

CORO
Tu hijo se muere mientras tú juegas a la Burocracia
Tu hijo se pierde por que a su tiempo no das importancia
Tu hijo se muere mientas te embriagas a ganar un caso
En su amargura ya le dio un abrazo a su nueva amistad llamada SUSTANCIA

Tu hijo se muere mientras tú vas alimentando el ego
Tu hijo se pierde mientras aceptas el papel del ciego
Tu hijo se muere y ya no hay mentira que lo tape
El se encontró el camino del escape buscando
El arrebato que le quite el miedo

Y que le pueden dar las riquezas a un niño marcado por la soledad
Y que puede comprar el dinero para combatir la confusión a su edad
Que clase de semillas esta sembrando
Sabe que el tiempo se nos va volando
De que te vale estar celebrando
En la calle si en la casa no hay felicidad

Si no quieres tragar un domingo en la fila de visitas allá en la prisión
Si no quieres pagar invirtiendo dinero en un programa de rehabilitación
Empieza a valorar lo que importa
La vida en este mundo es muy corta
Es tiempo de matar vanidades
Sea lo que mas vale prestar atención

CORO

Tu hijo se muere mientras tú juegas a la Burocracia
Tu hijo se pierde por que a su tiempo no das importancia
Tu hijo se muere mientas te embriagas a ganar un caso
En su amargura ya le dio un abrazo a su nueva amistad llamada SUSTANCIA

Tu hijo se muere mientras tú vas alimentando el ego
Tu hijo se pierde mientras aceptas el papel del ciego
Tu hijo se muere y ya no hay mentira que lo tape
El se encontró el camino del escape buscando
El arrebato que le quite el miedohttp://youtu.be/rPTRv65xV0o

martes, 28 de septiembre de 2010

Adoraremos y volveremos

Adoraremos y volveremos
Por Bernardo Stamateas
Génesis 22: 1-12 "Pasado cierto tiempo, Dios puso a prueba a Abraham y le dijo: ¡Abraham! Aquí estoy, respondió. Y Dios le ordenó: toma a tu hijo, el único que tienes y al que tanto amas, y ve a la región de Moria. Una vez allí, ofrécelo como holocausto en el monte que yo te indicaré. Abraham se levantó de madrugada y ensilló su asno. También cortó leña para el holocausto y, junto con dos de sus criados y su hijo Isaac, se encaminó hacia el lugar que Dios le había indicado. Al tercer día, Abraham alzó los ojos y a lo lejos vio el lugar. Entonces le dijo a sus criados: Quédense aquí con el asno. El muchacho y yo seguiremos adelante para adorar a Dios, y luego regresaremos junto a ustedes. Abraham tomó la leña del holocausto y la puso sobre Isaac, su hijo; él, por su parte, cargó con el fuego y el cuchillo. Y los dos siguieron caminando juntos. Isaac le dijo a Abraham: ¡Padre! Dime, hijo mío. Aquí tenemos el fuego y la leña, continuó Isaac, pero, ¿dónde está el cordero para el holocausto? El cordero, hijo mío, lo proveerá Dios, le respondió Abraham. Y siguieron caminando juntos. Cuando llegaron al lugar señalado por Dios, Abraham construyó un altar y preparó la leña. Después ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar, encima de la leña. Entonces tomó el cuchillo para sacrificar a su hijo, pero en ese momento el ángel del Señor le gritó desde el cielo: ¡Abraham! ¡Abraham! aquí estoy, respondió. No pongas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas ningún daño, le dijo el ángel. Ahora sé que temes a Dios, porque ni siquiera te has negado a darme a tu único hijo".
Adoraremos y volveremos, las únicas dos cosas que vas a hacer en tu crisis es adorar y volver otra vez a la victoria.
Validar quiere decir respaldar, dar fuerza, firmeza, confianza, respaldo. La palabra "validar" quiere decir tener el respaldo, la aprobación de un jefe, de un gobernador, quiere decir ser aprobado.
Lo primero que Dios hace cuando crea las cosas es validarlas. Dios crea y valida. Dios crea la tierra, es buena, los animales, dice bueno, cuando Dios crea al hombre dice: es muy bueno. Lo primero que Dios hace es validar, lo más importante que un hijo necesita de sus papás es validación, es afirmación, es aprobación. Validación, aprobación, respaldo, confianza.
Dice que en un programa estaba T. D. Jakes, el gran predicador americano y estaba entrevistando a un cantante muy famoso, conocido mundialmente, millonario, que estaba con su papá; y en un momento el hombre dice: yo tengo todo lo que he querido en la vida, pero lo más importante para mí, hubiese sido que mi papá me hubiese felicitado, y el papá, que estaba al lado, lo miró y le dijo: "hijo yo estoy orgulloso de vos" y en ese programa el muchacho se puso a llorar, el papá se puso a llorar y el cantante dijo: "yo hubiese cambiado todo lo que tengo por esto que hoy mi papá me dijo", era la primera vez que el papá lo validaba.
La validación de un papá es lo más importante que un hijo puede tener.
Quiero contar dos historias. Primero la de Moisés.
Va a tener tres papás, ninguno de los tres lo va a validar.
El primer papá de Moisés que la Biblia menciona es el "papá biológico". Sabemos por la Biblia que el papá engendró a Moisés y desapareció de escena, no tenemos más datos del papá biológico de Moisés. El primer papá es un papá ausente, cuando yo tengo un papá que no existe, un papá pasivo, un papá o mamá que no valida, que no está, que no motiva, yo crezco sin validación. Se hizo una investigación de doce mil doscientas treinta y nueve personas, siete mil trescientas treinta y nueve dijeron que no tuvieron intimidad con el papá. Hoy nosotros somos una generación de huérfanos, hoy los chicos se drogan a los ocho, nueve años, estamos en una crisis muy grande con adolescentes y jóvenes, porque falta papá, falta mamá, falta validación.
Rechazo es, no te quiero, pero abandono es: te quiero pero no puedo quererte, no puedo tenerte. Y hoy vemos que el primer papá que tuvo Moisés fue el papá abandónico. Un papá que le dijo te quiero pero no puedo tenerte, entonces qué va a hacer Dios, Dios pone a la mamá. Moisés nació y justo faraón soltó un edicto para matar a todos los niños israelitas, entonces la mamá tomó a Moisés, lo puso en una canastita, buscaban a todos los bebés varones para matarlos y lo puso a orillas del rio Nilo. Justo por ahí pasaba la hija de faraón, cuando vio al bebito se enamoró de él, y tomó al bebé y dijo: a este bebé no lo podemos matar, es muy lindo, lo voy a esconder sin que mi papá se entere, y lo voy a cuidar. Justo la hija de faraón dice ¿Quién me lo podrá criar? y aparece la mamá de Moisés y le dice: Señora usted me lo cría y yo le pago. Dice la Biblia que la mamá de Moisés terminó criando a su propio hijo. Esta historia está escrita en Éxodo 2.
• Primer lugar:
No importa cuánto abandono haya sufrido, el potencial que Dios me dio no ha sido cancelado. No importa que tu papá fuera pasivo, tu mamá abandónica, el potencial que Dios te ha dado no se ha cancelado.
• Segundo lugar:
Dios va a hacer por todos los medios que el potencial que te dio se active en tu vida. Dios va a levantar gente que te va a esconder en una canasta, Dios va a levantar gente que te va a cuidar, Dios va a organizar todas las circunstancias para que el potencial que Él te dio, se active. Dios está interesado en que vos desarrolles todas las fuerzas y habilidad que Dios ha encapsulado dentro de ti. No importa cómo has vivido la relación con tu familia, el potencial que Dios te ha dado se te va a activar en el 2009.
Dice que la hija de faraón tomó al bebito y le pagó a la mamá de Moisés para criarlo. Quiero decirte que en el 2009, el mismo diablo va a terminar pagando por tu sueño, va a terminar abriéndote las puertas; el mismo infierno va a estar debajo de tus pies. Los que te buscaban para destruirte, terminarán financiando el potencial, tus sueños y proyectos porque nada puede cancelar los sueños y el potencial que Dios ha puesto dentro tuyo.
El segundo papá que tiene Moisés es el papá faraón. El bebé crece y ahora lo cría faraón, pero faraón lo ama y lo odia a Moisés, es el papá ambivalente. Lo ama porque lo crió pero lo odia porque es hebreo.
- Representa a los que se han criado con papás que un día te querían y otro día no te querían.
- Un día iba a la fiesta del colegio y al otro día te pegaba
- Un día estaba con vos y al otro día no
- Un día celebraba tus alegrías y otro día te ignoraba
- Un día te trataba bien, otro día te trataba mal.
Entonces cuando uno se cría con un padre ambivalente no puede echar raíces, está en un lugar, ama ese lugar, pero luego termina dejando ese lugar, ama a esa persona y luego la abandona, empieza a tener sensaciones de ambivalencia ama por un tiempo y rechaza al otro tiempo, quiere algo pero después no lo quiere. Moisés crece con una furia bien grande porque él tiene un papá que lo ama pero también lo odia.
No importa si te criaste con un papá ambivalente, el potencial que Dios te ha dado va a activarse en el 2009.
Moisés crece se escapa de Egipto. Cuando se escapa se va a la montaña y le aparece el tercer papá: el suegro, que hizo de papá; pero el suegro, si lees la Biblia, lo único que hablaba con Moisés era de trabajo. Representa al papá o a la mamá que no tiene intimidad, es el papá que está ahí, no odia, pero no intima; no habla de nada importante, no abre su corazón. Representa a los hijos y a las hijas que tuvieron un papá y una mamá que estaban, que eran buenas personas, pero que nunca se les pudo compartir nada, que nunca tus sueños y emociones, tus tristezas y tus dolores los podías compartir con ellos. Dice que Jetro lo único que hablaba con Moisés era de trabajo. Entonces Moisés fue criado con tres papás, el primero lo abandonó, el segundo faraón lo amaba y lo odiaba y el tercer papá lo único que hacía era hablar de trabajo. Pero tengo una buena noticia, no importa cómo fuimos criados, el potencial que Dios ha puesto dentro de ti se va a activar y vas a alcanzar todo lo que Dios te ha prometido.
Quiero hablar de otra historia: Un papá que validó al hijo. Ese era el papá Abraham. Resulta que a Abraham Dios le dice: Abraham quiero que me entregues a tu hijo, que me lo entregues en sacrificio. Abraham se levanta bien temprano, toma a su hijo, a Isaac, junto con dos criados preparan el asno, la leña, el cuchillo y se van para la montaña, cuando están llegando el nene le dice: papá tenemos el camino, el cuchillo, la soga, la leña, pero no tenemos la ovejita. Entonces Abraham lo mira, porque el nene ya estaba intuyendo algo, Abraham mira al niño y le dice a los criados: ustedes esperen acá porque con el muchacho, con mi hijo adoraremos y volveremos. Adoraremos y volveremos. Abraham sabía que su hijo no iba a morir porque antes de levantarle el cuchillo para matarlo, él ya sabía, porque lo había dicho antes que adoraremos y volveremos.
1. Adoraremos y volveremos significa que pasaremos momentos difíciles donde el infierno se pondrá en contra nuestra, pero no nos quedaremos en el infierno adoraremos y volveremos otra vez en victoria.
Yo no sé cuál es el cuchillo que se ha levantado sobre tu vida, no sé quién te ha atado para liquidarte, pero sé algo, que ahí, en el peor momento de tu vida, adorarás y volverás otra vez a tu casa en victoria. El 2008 fue difícil, pero en el 2009 adoraremos y volveremos. En mis peores momentos, en el día de la angustia, cuando vengan las deudas, cuando el duelo venga a mi casa, cuando levanten cuchillos sobre mí, cuando nadie me ame, cuando me aten para matarme, cuando pierda todo, cuando mis hijos se vayan a la droga, cuando mi familia se desintegre, adoraremos y volveremos a victoria otra vez. Yo no sé si hay alguien que celebre, porque todo lo que celebres se queda en tu vida.
Todo momento de dolor, es la mitad de mi camino. ¿Qué es el dolor? por eso vas a volver, porque Dios no te va a dejar a mitad de camino, Dios te va a hacer volver otra vez a la victoria.
Dice que Isaac creció con esta palabra, adoraremos y volveremos, cuando Isaac fue grande dice que llegó a un lugar, el agua valía más que el oro, porque de qué te sirve tener oro y no tener agua; entonces Isaac hace un pozo y sale agua, era rico, vienen los enemigos y le dicen: "este pozo es nuestro", Isaac les dijo: tómenlo y se fue a otro lugar e hizo otro pozo, y salió agua y vinieron los otros y dijeron: "este pozo es nuestro", guárdense el pozo le dijo Isaac, y se fue a otro lugar y abrió e hizo otro pozo y salió agua, vino gente y le dijeron "dámelo" ¿querés el pozo? tomá el pozo, yo no me voy a enganchar en discusiones, porque pelea y dolor es mitad de mi camino y yo no me voy a quedar a mitad de camino, yo voy a alcanzar todo lo que Dios me prometió, porque Dios te dice que en el peor momento de tu vida, adorarás y volverás otra vez a la victoria, en el nombre del Señor.
Uno de los nombres de Dios es "El OLAM" significa el eterno. Quiere decir que Dios ya estuvo donde vos vas a estar, quiere decir que ya estuvo Dios en tu futuro. Dios vio tu futuro y viene a tu presente para decirte cómo termina la película. Dios ya sabe lo que te va a pasar, Dios lo ha visto. Él está en tu futuro y ve la victoria y ha venido a tu presente para decirte: ya estuve adonde vas a estar, ya sé lo que te va a pasar
¿Qué me va a pasar?
Todo lo que hagas te saldrá bien.
Quiero decirte que Dios ya estuvo en tu mañana y me ha guiado en este primer domingo del año para decirte que adorarás y ¿sabés qué te va a pasar en el momento de dolor?
Volverás, porque Él ya estuvo en el peor momento de tu mañana y él ha venido para decirte que volverás, no te vas a quedar a mitad de camino. Le hablo a la gente que está en duelo, a la gente que está en crisis, a la gente que hoy ha venido con el corazón roto, tengo una palabra de Dios para tu vida, hoy vas a adorar y vas a volver otra vez a la casa de papá.
2. Adoraremos y volveremos significa, que Dios proveerá todo lo que necesito. Tu crisis tiene una necesidad y Dios la va a suplir.
Isaac necesitaba un carnero y Dios le puso un carnero, enredado, atado a un arbusto. Dios ya ha atado tu coche a un árbol, ha atado tu salud, ha atado tu casa, ha atado el fajo de plata, ya está atado, sólo hace falta que descanses, porque cuando mires a la derecha o mires a la izquierda, verás tu bendición atada, porque Dios proveerá, Dios te va a dar soluciones específicas a problemas específicos, porque Dios te ha dicho que adoraremos y volveremos.
Todo lo que ves se te añade, lo que veo se me incorpora a nivel espiritual, todo lo que ves se te incorpora. Estaba Isaac atado, Abraham levanta el cuchillo para matarlo y entonces cuando lo va a matar Dios le dice: ¡Abraham! ¡No lo hagas! ya sé que me amas y cuando mira, el carnero estaba enredado en el arbusto. ¿Vos te imaginás cuando Isaac vio el carnero? lo vio y se enamoró, por eso se casó a los cuarenta años, cuando él vio eso quedó marcado ¿Sabés qué le pasó? lo que ves se te incorpora, a él se le incorporó que Dios proveerá. Todo lo que ves, ¿Cuántos vieron la cruz? cuando vos ves la cruz de Jesús, se te incorpora el amor del Señor. Un día Moisés vio un arbusto en llamas y cuando lo vio el fuego se le metió y quedó hasta ciento veinte años encendido, porque todo lo que hoy vos veas de Dios para tu vida, se te va a quedar adentro, todo lo que Dios te muestre de Él se te va a quedar adentro y cuando te vayas de aquí lo vas a llevar adentro porque todo lo que ves se te incorpora.
Cuando Isaac creció, se casó con Rebeca. Rebeca no podía tener hijos, ¿Isaac, qué podría haber hecho? lo mismo que el papá Abraham, buscar a la sirvienta y tener un hijo con la sirvienta, pero Isaac dijo: ¡no! yo no voy a hacer la pavada que hizo mi papá, porque cuando yo estaba a punto de morir a mí se me incorporó algo, "Dios proveerá" ¿Sabes qué hizo? se fue a una montaña y le dijo: Señor no tengo hijos, yo no me voy a acostar, yo no voy a ser infiel, yo sé que tú me vas a proveer ¿Sabes qué pasó? Dios sanó al matrimonio y tuvieron hijos, porque Isaac aprendió que "adoraremos y volveremos" significa que Dios va a proveer siempre una solución para mí.
3. Adoraremos y volveremos significa que tengo un futuro glorioso. Tu futuro será glorioso.
Cuando Pedro estaba en la cárcel dice que estaba durmiendo y el ángel lo despertó y le dijo: Pedro vestite, ponete las sandalias, el turbante, la túnica, y lo sacó de la cárcel. Porque las crisis no te van a quitar ni las sandalias, todo lo que el momento de dolor te haya quitado te lo devolverá, porque no va a quedar nada en tu cárcel, si en la cárcel entraste vestido, vestido saldrás de la cárcel, porque Dios ha prometido un futuro glorioso, volverás quiere decir que volverás otra vez a vivir en victoria, porque lo que Dios ha planificado para el 2009 es extraordinariamente bendecido.
Yo aprendí, hace algunos años que hay vencedores, vencedor es el que vence una prueba ¿Cuántos tienen una prueba para contar que la vencieron? ¿Cuántos tienen en su historia un momento difícil que lo vencieron? pero saben que también hay en la Biblia "más que vencedores", los que son más que vencedores son los que pasaron una gran prueba y yo sé que en esta mañana le estoy hablando a generales, a más que vencedores a gente que tiene medallas, que han pasado guerras difíciles pero que hoy estamos acá, en el primer domingo del año, sentados cómodamente, en libertad celebrando que hemos vuelto de esa guerra y si volvimos de esa guerra, volveremos de la de hoy, porque en el 2009 "adoraremos y volveremos".

Abraham fue con Isaac, y Abraham le dijo: adoraremos y volveremos, porque todo lo que se pensó en la familia se va a terminar en la familia. Juntos fueron, juntos volvieron. Esto me habla de una bendición familiar, Dios va a bendecir nuestras familias. En el mes de enero estamos declarando familias completamente bendecidas, yo no sé qué es lo que necesitás que Dios provea en tu familia, yo lo que sé, es que Dios lo va a atar a un arbusto porque Dios va a proveer específicamente lo que estamos necesitando.
En enero vamos a ver familias completamente bendecidas.
Cuando llegaron, dice que adoraron, adoraremos. Adorar te da autoridad. Poder es fuerza, autoridad en la Biblia siempre es lugar geográfico. Yo por ejemplo, soy maestro, yo tengo poder para enseñar pero si yo voy a otro colegio, en ese colegio yo tengo poder para enseñar pero no tengo autoridad, en ese lugar yo no puedo enseñar, yo tengo poder en esta iglesia porque puedo predicar, pero yo no puedo ir a otra iglesia y predicar porque tengo poder pero no tengo autoridad. Autoridad es el lugar geográfico donde yo ejerzo el poder. Vos tenés que saber que Dios te ha dado poder, te ha dado potencial, te ha dado fuerza y vos lo vas a soltar en todo lugar donde adores. Adoración, activa la autoridad, hace que en ese lugar donde vos no tenías autoridad, la tengas, por eso hoy lo que vamos a hacer es adorar en familia y vamos a tomar autoridad sobre el lugar que no teníamos autoridad, porque donde vos adorás, allí el poder de Dios se libera, adoraremos y volveremos.
4. Adoraremos y volveremos significa: que yo determino el tiempo donde mis crisis se termina.
Abraham no dijo vamos a ir a la montaña y veremos qué pasa. Abraham no les dijo al hijo y a los criados: que sea lo que Dios quiera. Abraham no dijo: que dure lo que el tiempo diga.
Abraham se determinó que iba a haber un momento de adoración y que iba a haber un momento de terminación. Vos tenés que determinar en medio de tus circunstancias, que tus circunstancias tienen que terminar. David agarró cinco piedras del arroyo para pelear contra Goliat es porque David dijo: más de cinco round no dura esta pelea.
Vos tenés que determinar cuánto querés seguir luchando con tu problema, tenés que ponerle fecha a tu pelea, fecha a tu depresión, fecha a tu enfermedad, hoy le tenés que poner sentencia de muerte.
Hoy tenés que decir: más de enero no va a durar mi crisis, en el 2009 yo le pongo fecha, es el año de cancelación de deudas, yo le pongo fecha, familias completamente bendecidas en enero, y le pongo fecha prosperidad sin límites hasta marzo, vos tenés que determinar que vas a adorar y que vas a volver. Esta crisis se tiene que terminar en un momento, hoy le tenés que poner fecha a la droga que tu hijo está consumiendo, hoy le tenés que poner fecha a tu crisis de pareja.
Cuando Josué tomó el ejército dice que le dieron trece vueltas a Jericó, ¿por qué trece? y el Espíritu Santo me dijo: no es trece, no es un número, es que le pusieron un límite. Le tenés que poner un límite a tu Jericó tiene que haber un momento de determinación, tiene que haber un Abraham hoy, un papá y una mamá que se levanten en esta mañana y digan: yo pongo fecha, yo establezco un número, yo declaro que esto hoy se termina, hoy se corta, hoy se seca, hoy empieza una nueva etapa en mi vida, hoy a mi familia se le terminó el tiempo de la pelea, hoy yo me determino a adorar y a volver, a adorar y a volver, porque en este monte estoy de paso, yo volveré a la casa de papá otra vez y estaré celebrando todo lo que Dios me ha dado. Yo quiero decirte: hoy vamos a orar por familias bendecidas, yo quiero decirte que adoraremos y volveremos.
Padre yo determino, hoy pongo fecha, hoy declaro que seré grandemente bendecido, hoy peleo contra mi Goliat y hoy determino que ha llegado el cierre, que ha llegado el fin de mi pelea, yo hoy declaro que te adoraré y volveré en victoria y todo lo que haga me saldrá bien.
Todo el potencial que Dios te ha dado no ha sido cancelado. Abraham validó a Isaac con esa palabra Isaac fue bendecido, Jacob fue bendecido, de Jacob vino José, de José las naciones fueron bendecidas. Querida mamá, querido papá, vos podés determinar que tus generaciones sean bendecidas. Querido abuelo, tío, hijo, aunque aborrecido dice Isaías 60 "haré de ti el orgullo eterno y la alegría de todas la generaciones".
Quiero que pienses ¿Cómo fue la relación con tus padres? si fue un papá ausente, ambivalente, violento, sobre protector, y aunque han pasado los años, en lo profundo de tu corazón está todavía el dolor de ese recuerdo. Hoy en esta mañana como padre espiritual tuyo me pongo en lugar de tu padre y de tu madre y te pido perdón por no haber estado al lado tuyo, te pido perdón por no haber participado de tus alegrías, por no haber estado cerca cuando más lo necesitabas, por no haberte ayudado en tus errores, no haberte dado el dinero que necesitabas; te pido perdón por haber desaparecido, haber sido duro, no haberte entendido, por no haberte escuchado cuando tenías cosas importantes que decirme; te pido perdón por haberte descalificado, por haberte abusado por haberte elegido cosas tontas, por no haber estado en tu cumpleaños; te pido perdón y hoy te valido, te reconozco, quiero decirte que te quiero y estoy orgulloso de ti, te bendigo hoy te valido y afirmo tus pasos bendigo tu entrada y tu salida bendigo tu trabajo y el fruto de tus años, bendigo tu familia , bendigo a tus hijos y nietos, bendigo tu ministerio y tus dones, hoy yo te valido y como padre espiritual declaro que todo lo que el Padre ha puesto dentro tuyo crecerá y se desarrollará. Yo hoy pongo en tu corazón que adorarás y volverás, serás el padre que no tuviste, serás la madre que no tuviste, tendrás la familia que no viviste porque serás la alegría de las generaciones, tus puertas estarán de continuo abiertas y traeré a ti las riquezas, ante ti se inclinarán los hijos de tus opresores y los que te desprecian se postrarán a tus pies. Aunque fuiste abandonado y aborrecido y nadie transitaba tus calles haré de ti el orgullo eterno, te alimentarás con la leche de las naciones dice el Señor, con las riquezas de los reyes serás amamantado. En vez de bronce te traeré oro, en lugar de hierro plata, en vez de madera te traeré bronce y en lugar de piedras te traeré hierro; haré que la paz te gobierne y que la justicia te rija; llamarán a tus muros salvación y a tus puertas alabanza; ya no será el sol tu luz durante el día ni su resplandor te alumbrará con la luna, porque el Señor será tu luz eterna y tu Dios será tu gloria. Yo sello esta palabra y pongo en tu corazón como pastor tuyo, como mentor en representación del Señor, yo activo y valido lo que Dios te ha dado y declaro que adorarás y volverás, adorarás y volverás, adorarás y volverás, adorarás y volverás, te valido te afirmo y todo lo que hagas te saldrá bien. Amén.
Timoteo creció sin papá pero Dios le puso a Pablo y Pablo lo validó y le dijo vos vas a ser mi hijo espiritual, y Timoteo liberó todos los sueños de Dios porque no hay límites para nosotros en Enero. Las familias van a estar bendecidas, no importa lo que nos pasó adoraremos y volveremos. Si Abraham pudo bendecir cuatro generaciones y José bendijo todas las naciones de la tierra, nosotros vamos a bendecir a los hijos y a los hijos de nuestros hijos. David se enganchó y dijo por mil generaciones las familias van a estar bendecidas.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Rompiendo techos y puertas

Rompiendo techos y puertas
Bernardo Stamateas
Marcos 2:1-5; Miqueas 2:13
Aquí tenemos a cuatro personas que están cargando con un amigo que está lisiado, lo cargan en la camilla: Llegan donde está Jesús hablando, pero hay tanta gente que no pueden entrar. Entonces dan la vuelta por la casa, consiguen una escalera, suben al techo, hacen un agujero en el techo, y lo bajan.
Jesús está enseñando y al ver la fe de los cuatro hombres que bajan al paralítico, le dice a éste: "tus pecados te son perdonados", y el hombre es sanado.
Siempre vamos a llegar a un techo.
El techo representa un límite, representa algo que nos frena, representa el final de una etapa. Siempre nosotros vamos a llegar a un techo en todas las áreas, a un techo económico, a un límite vocacional, a un límite intelectual, a un estado de meseta espiritual. Siempre en todo recorrido hay un techo. El techo no es un castigo ni una puerta, es un límite al que todos vamos a llegar. Porque todo crece y alcanza un momento de meseta donde aparece un freno, un límite. Detrás de ese techo siempre hay una bendición.
Detrás del techo está Jesús esperando.
Cuando vos rompés tu techo y quebrás tu límite, siempre el Señor te va a estar esperando detrás. Él te va a estar esperando detrás del límite económico, del límite familiar, del límite afectivo. Dios va a marcar un antes y un después, cuando rompas el techo.
Siempre en los techos van a aparecer los estados de meseta. ¿Cuántas veces te sentiste estancado, sentiste que llegaste a un momento donde no pudiste avanzar más en un área? Eso es normal. Lo importante es que rompas el techo, porque detrás del techo está el gran milagro que estabas esperando.
John Maxwell dice que hay personas que pelean por un souvenir, aquello que se regala en un evento; otras personas pelean por un trofeo, lo que se regala en un campeonato; pero hay otras personas que pelean por un legado, esto es lo que se deja en las próximas generaciones.
Dios va a ungir tus manos.
Nosotros no estamos para un souvenir, ni para un trofeo. Estamos aquí para dejar una bendición que perdure para nuestros hijos, y los hijos de nuestros hijos.
Entonces cuando llegamos al techo, que es el límite, el freno, el estancamiento, ¿Qué hacemos? ¿Lo aceptamos o lo rompemos? Ellos rompieron el techo y recibieron su milagro. Dios va a ungir tus manos con fuerza divina para que todo límite que aparezca sea roto por tus manos en el nombre del Señor.
Cierto hombre recibió la visita de un ángel que le comunicó que le esperaba un futuro glorioso. Se le daría la oportunidad de hacerse próspero, de lograr una posición importante y respetada dentro de la comunidad, y de casarse con una mujer muy hermosa y buena. Ese hombre pasó su vida esperando los milagros, pero nunca ocurrieron, se murió sólo y pobre. Cuando llegó a las puertas del cielo vio al ángel que lo había visitado tiempo atrás y protestó: "Me mentiste, me prometiste riquezas, una buena posición social, una bella esposa. Me he pasado la vida esperando en vano". "Yo no te hice esa promesa", replicó el ángel, "te prometí la oportunidad de riquezas, una buena posición social y una esposa hermosa". El hombre estaba intrigado. "No entiendo lo que quiere decir", confesó.
"¿Recuerdas que tuviste una vez la idea de poner un negocio pero el miedo al fracaso te detuvo, y nunca lo pusiste en práctica?". El hombre asintió. "Al no decidirte unos años más tarde, se le dio la idea a otro hombre que no permitió que el miedo al fracaso le impidiera ponerlo en práctica. Recordarás que se convirtió en uno de los hombres más ricos del reino".
"Recordarás", prosiguió el ángel, "en una ocasión que un terremoto sacudió la ciudad, derrumbó muchos edificios y miles de personas quedaron atrapadas en ellos; tuviste la oportunidad de ayudar a encontrar a alguien y rescatar a los sobrevivientes, pero no quisiste dejar tu hogar, sólo por miedo a que los saqueadores robasen tus pertenencias. Así que ignoraste la petición de ayuda y te quedaste en casa." El hombre asintió con vergüenza. "Esa fue tu gran oportunidad de salvarle la vida a cientos de personas con lo que hubieras ganado el respeto de todos ellos", continuó el ángel.
"Por último ¿recuerdas aquella mujer pelirroja que te había atraído tanto, la creías incomparable con cualquier otra y nunca conociste nadie igual. Sin embargo pensaste que esta mujer no se casaría con alguien como tú, y para evitar el rechazo, nunca te le declaraste". El hombre volvió a asentir pero entre lágrimas dijo: "¡Sí, amigo mío, a todos se nos ofrecen a diario muchas oportunidades pero muy a menudo tomamos malas decisiones y las dejamos pasar por nuestros miedos e inseguridades".
Cuando aparezca un límite vos tenés que orar por tus manos porque ese límite tiene que ser roto en el nombre del Señor.
Cuando estos hombres subieron al techo, empezaron a romperlo, esto es una actitud. Lo más importante en la vida es nuestra actitud . Nuestra actitud es cómo reaccionamos a las cosas que nos pasan. Todos tenemos una manera de reaccionar, una actitud, y nuestra manera de reaccionar es más importante que aquello que nos pasa ¿Cuando alguien te insulta, qué hacés? ¿Cuando alguien te desprecia, qué hacés? ¿Cuando te engañan, qué hacés? ¿Cuando te mienten, qué hacés?. Lo que hacés es más importante que lo que te han hecho; porque Dios siempre va a mirar no lo que te hicieron, sino lo que vos vas a hacer. Antes de que Dios te bendiga, Él va a ver tu reacción.
Jesús sabía que venía el paralítico y no lo dejaban pasar, ¿no era más fácil que Jesús dijese: "Muchachos, el Padre me está mostrando que todos están tapando la puerta por donde quiere pasar el paralítico. Paralítico, levántate y camina". Si Jesús sabía, ¿ por qué no lo sanó así? Porque Él observó la reacción de estos cuatro que pudieron haber reaccionado enojándose con la gente, pudieron haber reaccionado de muchas formas. Pero ellos subieron, y eso es un símbolo importante porque hay tres lugares desde donde podemos reaccionar:
1º-Desde abajo
Cuando viene un problema, te pasa algo malo, o alguien dice algo de vos, podés reaccionar desde abajo, desde el instinto. Reaccionás impulsivamente y decís lo que te venga a la boca, sin pensar. Es una reacción automática.
2º-Desde al lado
Hay gente que reacciona desde al lado. Si alguien te saluda, saludás; si alguien te escupe, escupís; si alguien te insulta, insultás; si alguien te trata bien, tratás bien. Es una reacción desde al lado de la persona.
3º-Desde arriba
O podemos colocarnos arriba de la situación, y reaccionar desde arriba porque Dios nos ha puesto arriba, por cabeza y no por cola. Estamos arriba y no abajo. Nosotros no reaccionamos instintivamente, no nos movemos mal con el "ojo por ojo y diente por diente".
Cuando alguien nos insulte, nos engañe, nos obstaculice, nos trate mal, nos ponemos arriba porque Dios nos ha puesto arriba para que desde allí rompamos los límites. El techo sólo lo rompe la gente que está arriba. Si estás arriba en la pobreza, la pobreza se va a romper; si estás arriba en la enfermedad, la enfermedad se tiene que ir. Y tengo una buena noticia: Dios nos ha sentado arriba en el cielo con Cristo para que gobernemos con Él.
¿Qué significa desde arriba? Que sigas aunque nadie te reconozca. Estar arriba significa que no devuelvas mal por mal, que aunque seas nadie para la gente, para Dios siempre serás amado y bendecido.
Jesús estaba allí para sanar. La gente vio que traían un paralítico, ellos deberían haber hecho paso ya que éste era el que más necesitaba; cuando llegaron no los dejaron pasar, pero ellos se fueron arriba.
Cuando la gente te frene, andá arriba, vos no podes reaccionar en la carne, bajo impulso, bajo emoción. Nuestra ciudadanía es de arriba. La Biblia dice que estamos sentados arriba, que Dios nos colocó arriba. Somos como las águilas que cuando viene la tormenta nos vamos arriba, cuando nos viene la enfermedad nos vamos arriba, cuando viene la dificultad nos vamos arriba. Y desde allí rompemos todo techo.
Declará: "¡Voy a romper mis techos!"
Veamos ahora las puertas.
¿Cómo te imaginás vos a Jesús?
Hay personas que se imaginan a Jesús depresivo, como el de la película. Otros se imaginan que caminaba lento. Pero Jesús no era así, porque dice la Biblia que los niños lo seguían, y ellos no siguen a un depresivo, siguen a alguien alegre, a un payaso, a alguien carismático. Jesús hablaba horas, y la gente se quedaba y decían: "guau cómo habla esta persona".
Algunos se lo imaginan a Jesús pobre, porque el hijo del hombre no tiene donde recostar su cabeza. Jesús le dio de comer a doce personas durante tres años, y el tesorero le robaba pero no quebró. Si vos tenés un almacén, le das de comer a doce de tu familia, y el tesorero te roba, quebrás. Jesús no quebró.
¿Cuántos saben que los poderosos no siguen a los pobres? Un poderoso no atiende a un pobre. Zaqueo era poderoso y millonario, y se subió a un árbol cuando pasaba Jesús, por que él vio que había más poder en Jesús que en los amigos poderosos que él tenía. Jesús no era pobre.
Otras personas se imaginan a Jesús flaco. Jesús nunca tuvo una gripe, nunca se enfermó. Lo único que hizo fue caminar, caminar, caminar y caminar. .Jesús caminaba y ministraba veinticuatro horas, estaba fuerte físicamente. Era carpintero. Debemos sacarnos esa imagen.
Otros se lo imaginan sin educación. Jesús hablaba de hogar, de dinero, de artesanías. Era un hombre brillante a nivel intelectual.
Algunas personas se imaginan a Jesús el super-místico. Jesús iba a los casamientos, iba a los velatorios, se juntaba con los chicos, con las prostitutas, con los ladrones, con los pobres, con los poderosos, con los romanos. Se juntaba con todos, no era un místico aislado de la sociedad.
Jesús: el que abre brecha.
En este pasaje dice que el que abre brecha marchará al frente. La frase "el que abre brecha" es uno de los nombres para Jesús: "Abrir brecha" quiere decir "romper, despedazar, triturar y moler". Jesús es un rompedor. Tenés que dejar todas las ideas falsas de Jesús, y verlo hoy como el rompedor, aquél que va a romper, triturar y quebrantar todas las puertas que no nos dejan entrar. Él tiene un mazo en la mano, es el que quiebra, el que aplasta , el que tritura.
¿Y qué son las puertas? Puerta es tu imposible, algo que no podés abrir. Es esa enfermedad terminal por la cual no podés hacer nada; es esa miseria por la cual no podes hacer nada.
Los techos Dios no los rompe. Los techos los rompemos nosotros; las puertas las rompe Él. Orá por tu imposible para que Él lo rompa, y que se te revele como el demoledor, el rompedor. Vamos a decirle: "Padre, esta puerta no se abre pero declaramos que vos la vas a quebrar: ese diagnostico terminal, lo vas a romper, esa pobreza la vas a quitar. Y esa puerta se va a demoler en el nombre del Señor".
Mientras preparaba esta palabra, el Señor me hablaba: "Vos Bernardo no ores por techos, techos son lo que vos podés hacer. Vos tenés que orar por puertas".
Hay personas que oran: "Padre, ayudame a estudiar" No, ese es tu techo, estudiá vos, eso lo podés hacer vos.
Ahora Dios dice: "Los techos los rompen ustedes porque la puerta la voy a romper yo". Una puerta es un imposible, algo que humanamente nadie puede modificar, pero tenemos la promesa de que Él está parado delante del imposible y lo va a demoler.
Mi vida está marcada por mis expectativas imposibles, porque Dios es el demoledor de imposibles, y no por mis experiencias. Mis experiencias no me hacen elegir, yo elijo cosas imposibles porque mi Dios hace posible lo imposible. Mi vida está marcada por mis expectativas imposibles, no por los ejemplos ajenos.
A mí no me importa si alguien lo logró, o si alguien no lo logró: Lo que me importa es que este imposible el Señor lo va a derribar. La palabra dice que Él va a demoler las puertas del imposible, porque para el que cree todo es posible.
Mi vida está marcada por mis expectativas imposibles, no por mis emociones. No importa si soy negativo o positivo, lo que importa es que Dios va a derribar las puertas que están cerradas.
Nosotros entraremos por la puerta
Dios va a derribar primero nuestros imposibles, hoy vamos a confiar que el Espíritu santo los va a quebrar. "¡Esto es imposible!". Para esto lo llamamos al Señor, porque Él es el que demuele y abre las brechas. En segundo lugar dice que el pueblo va a entrar por la puerta, vas a capturar todas las bendiciones una vez que Dios derribe lo imposible. Hay personas que estuvieron orando por techos, y los techos se rompen. Pero cuando se derriben las puertas, nosotros entraremos por ellas, cruzaremos las puertas. La palabra cruzar en hebreo, significa "cruzador".
¿Cuál es la enseñanza? Dios no te va a dejar en el mismo lugar que hoy estás parado, al lado de la puerta. Porque cuando el Señor la rompa, los que estamos al lado vamos a entrar.
Mantenete al lado de tu imposible. Decí: "Imposible, no me voy a ir de acá, no me vas a robar la fe, puerta no me vas a echar por que el Señor te va a derribar y cuando te derribe, hoy estoy acá, pero mañana estaré adentro. Dios me hará un cruzador de ríos. ¡Gloria a Dios!".
Se viene un rompimiento de las puertas imposibles.
Debés estar al lado para que cuando caiga, captures la bendición. Algunos abandonaron su imposible, se fueron, y el Señor rompió su imposible y entró otro en su lugar. Nosotros nos vamos a quedar al lado. Te dijeron que no, el diablo te dijo que no. Vos decíle: "Diablo no, el que abre brecha va a quebrar la puerta y yo pasaré". Ajustáte los cordones para que no te tropieces, porque Dios te va a hacer cruzar por aquel lugar que parecía imposible. Creé que Aquél que resucitó de la muerte, Él que vive, es el que va a demoler todo.
Tomá esto de parte de Dios:
Va a ver un rompimiento de ciudades. Dios va a romper las ciudades para que vos las transites en victoria. La ciudad no te dejó ir a muchos lugares, no te dejó salir para que viajes a otros países. Dice la Biblia que Dios nos va a dar las ciudades asoladas. ¿Qué significa las ciudades asoladas? Dios nos dará todo lo que el diablo usó, lo asoló, lo desgastó. Dios nos lo volverá a dar y lo vamos a redimir, en su nombre.
Vamos a recuperar las artes, la televisión mal utilizada. Nosotros repartiremos las ciudades asoladas, vamos a tomar las cosas que están mal, música, arte, profesiones destruidas vendrán a nuestra mano.
Viene un rompimiento de espacio. El que vivía en un ambiente se va a ir a tres, el que vivía en tres, se va a vivir a cinco, y el que vivía en cinco se va a ir a diez. El que tenía un coche de dos puertas va a tener uno de cuatro, el que tenía de cuatro, va tener dos de cuatro, y el que tenía dos de cuatro va a tener seis de cuatro, porque viene un rompimiento de espacio. Tu almacén vendía para uno, se viene un rompimiento sobrenatural. Se viene un rompimiento de carácter, todo lo que te asustaba, lo que te molestaba, ya no te va a molestar, porque Dios nos va a dar un mazazo en la cabeza.
Cuando captures tu bendición, no habrá quien te la quite, se viene un rompimiento. Dice David: "Mis enemigos y mis adversarios me han perseguido". Adversario quiere decir estrecho. Son los tóxicos, los que te estrechan, los que te achican.
Y luego están los enemigos, los malos. Malo es el que piensa en cómo te va a dañar.
Jesús estaba ensangrentado en la cruz y la gente lo escupía y se burlaba. ¿Quién se puede burlar de alguien que está agonizando? ¿Quién se puede burlar de alguien que está desangrándose? Sólo una persona mala.
David dice que esos malos lo persiguieron, pero aquí está lo mejor: "Tú fuiste escudo alrededor". Cuando te tiren una piedra, va a pegar en el escudo, nada te dañará, para todo lo que tiren los malos y los estrechos , tú eres escudo.
Una vez que el Señor rompa lo imposible, lo imposible quedará roto para siempre. Una vez que se rompa lo imposible, la puerta que se caiga no volverá a cerrarse nunca más. El que el que abre brechas, romperá, triturará, demolerá la puerta, y los que somos de Él, entraremos, y Él estará adelante y nosotros con Él.
Isaías 60 dice que Él va a dejarnos las puertas abiertas de día y de noche. Eso quiere decir que no va a ver horarios para tu bendición, te va a llegar a las nueve de la mañana, o a las tres. Porque las puertas estarán abiertas de día y de noche, no hay horarios.
Continúa diciendo que a nosotros serán traídas las riquezas de la tierra. No vas a salir a pedir, te van a ofrecer. Una vez que lo imposible se quiebre, la gente va a tomar contacto con vos para venir a ofrecerte las bendiciones que ellos han guardado para vos, porque cuando una puerta se cae, vienen las bendiciones. Nos van a traer las riquezas para que nosotros embellezcamos la casa del Señor. Dios te va a hacer bello, te va a hacer brillar, te va a hermosear y tu alabanza va a ser olor fragante, tu oración va a ser preciosa, tu servicio va a ser hermoso.
Durante años la gente iba a la iglesia para pelear, pero ese tiempo se ha secado, se ha quebrado. La gente vendrá aquí para ver la belleza que el Señor nos ha regalado.
Y dice que vendrán a inclinarse los hijos de tus opresores, y el Espíritu Santo me habló: "yo voy a cortar la generación de la maldad sobre tu vida, los padres te habrán atacado, pero los hijos te servirán."
Yo profetizo que a tus enemigos se les acaba el tiempo, porque sus hijos y sus nietos trabajarán para vos. Dios va a demoler todas las puertas y cambiará el bronce por el oro, y el hierro por la plata. Dios lo va a cambiar por algo mejor.
Y el Señor será por luz siempre. Todos tenemos nuestras puertas. Declará: "Yo voy a estudiar, voy a poner ganas para trabajar, decido llevarme bien, voy a hablar bendición. Rompé vos los techos, porque el Señor me dijo que cuando oremos por las puertas, Él podrá tener permiso para derribarlas, porque Dios no hace nada si nosotros no se lo pedimos en oración.
Y ellos rompieron el techo y el paralítico salió caminando, permiso, la puerta quedó abierta.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Tengo problemas de salud que me quitan las ganas de vivir

Tengo problemas de salud que me quitan las ganas de vivir
Por Alejandra Stamateas
«Yo por mi parte ya estoy a punto de ser ofrecido como un sacrificio y el tiempo de mi partida ha llegado; he peleado la buena batalla, he terminado la carrera, me he mantenido en la fe. Por lo demás, me espera la corona de justicia que el Señor, el juez justo, me otorgará en aquel día; y no solo a mí sino también a todos los que con amor hayan esperado su venida».
En este párrafo hay tres cosas: peleó; terminó la carrera, y se mantuvo en la fe.
Cuando estamos enfermos parece que nos faltan fuerzas; queremos seguir adelante pero esa enfermedad, ese problema nos detiene. Cuando hablo de enfermedad hablo de cualquier tipo de enfermedad, sea grave o sea un problemita menor, porque la enfermedad molesta. Cualquier cosa que sea: te puede doler un dedo del pie y te molesta; te puede doler una caries y te molesta; podés tener un dolor en el hígado y te molesta; podés tener problemas en el corazón y te molesta también. Cuando estás estreñida te molesta; no es tan grave ¡sin embargo molesta! Cuando viene la enfermedad, el achaque físico, siempre es para molestarnos; y el enemigo nos viene a molestar para que nosotros nos detengamos, porque cuando viene la enfermedad viene con un montón de cosas unidas a ella, que siguen molestando. Tenés que gastar más dinero, tenés que ir al médico, tenés que gastar en remedios, problemas económicos, problemas de tiempo, ya no podés dedicar todo el tiempo a tu sueño; porque estás enferma y tenés que hacer tratamientos, chequeos, estudios, análisis. Y la enfermedad te molesta, te quita las fuerzas. Vos siempre decís: "cuando esté mejor voy a hacer..." O sea, de alguna manera cuando decís "voy a hacer..." es porque ahora te quedaste detenida; la enfermedad te detiene y el enemigo quiere que vos postergues tu sueño y que desistas.
Pero... ¡¡¡No voy a desistir!!!
Hay tres victorias que tenés que tener cuando viene la enfermedad a tu vida:
1) Victoria mental
Dice el pasaje "he peleado la buena batalla". La primer pelea la tenés que ganar en tu mente. Cuando te enfermás tenés que saber hacia dónde te vas a dirigir. Vos podés dirigirte a dos lugares con tu mente: a la muerte o a la vida. Generalmente la gente que se enferma lo primero que piensa es "esta enfermedad me va a deteriorar, me va a hacer vivir mal, me va a matar". La primer fantasía que aparece en la mente cuando tenemos una enfermedad es que se puede agravar y nos puede llevar a la muerte. O sea, vos podés ir hacia la muerte o podes ir hacia la vida.
Dice en Hebreos 12:2 "puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de nuestra fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz". Puso delante Él gozo; Él no puso primero la muerte, o la cruz por delante, sino que puso el gozo delante. ¿Quienes somos el gozo del Señor? Nosotros; somos la alegría de Dios. Tenés que saber qué es lo que vas a poner delante en tu mente. Cuando te enfermás, el enemigo va a ponerte muerte; pero vos tenés que poner por delante vida.
Hay gente que ora con miedo, en lugar de orar con esperanza, ora con miedo... "Ay Señor, que no me enferme, que no me muera". Vos tenés que orar con la esperanza de que estás pasando esta situación, y decir "pero a mí Dios me prometió vida y vida en abundancia"; quiere decir que cuando pases esta enfermedad, tu cuerpo va a quedar espectacular para vivir la vida en abundancia que a Jesús te prometió.
Es como el que ora por prosperidad con miedo. Podés orar por prosperidad con esperanza. ¿Cómo es orar con miedo? "Ay, que no me vaya mal, que no pierda el trabajo... Señor cuidame la palta que tengo; que nadie me la robe", eso es orar con miedo. Pero vos podés orar con fe: "Señor este dinero que todavía no vino -pero que ya me diste en fe- yo sé que lo voy a usar para grandes negocios, y voy a ser una mujer próspera; así que Señor, mostrame el gran negocio y dónde invertir el dinero". Atrevete a orar con fe y no con miedo. Hablale fe a Dios, hablale de tu sueño. Cuando estás enferma hablale a Dios de tu sueño, no de tu enfermedad. Hablale a Dios de tu sueño y de lo que estás haciendo, y de lo que vas a seguir haciendo; porque la enfermedad a vos no te detiene.
Victoria mental es dirigir tu mente hacia la vida, no hacia la muerte
2) Victoria física
Eso se logra cuando seguís adelante; proseguir. Seguir adelante es no renunciar a la vida; no podés nunca renunciar a la vida. ¡Tenés que morir vivo! Tal vez lo que te está pasando en la dolencia que tenés no te permite avanzar; pero que no te permita avanzar no quiere decir que vas a retroceder. Te mantendrás en fe porque sabrás que dentro de poco vas a obtener la vida en abundancia. Tenés que decir "¡todavía estoy acá!", eso es proseguir. Cuando vos, a pesar de los achaques, a pesar de los problemas, de todo lo que pasaste, podés levantar tu mano y decir "estoy acá" es porque tenés victoria física. Estás enferma, sí; pero estás acá. Eso es ser una mujer perseverante; "me pasó lo que me pasó, me esta pasando lo que me esta pasando, pero yo estoy acá, vivita y coleando".
3) Victoria espiritual
"He guardado la fe", la victoria espiritual se obtiene cuando dejamos de tenerle miedo a la muerte; ahí vos empezás a vivir. Hay gente que no puede vivir porque le tiene un gran temor a la muerte. Lázaro había muerto y viene Jesús y lo resucita; y dice que se va con Jesús a predicar, ¡Lázaro empieza a predicar! Y muchos judíos se apartan del judaísmo para volverse a Jesús. Dice que los principales sacerdotes estaban buscando a Jesús para matarlo, pero dice "no solo a Jesús sino también a Lázaro", porque estaba haciendo que muchos judíos renunciaran a sus creencias y se volvieran a Jesucristo. O sea, lo buscaban a Jesús ¡y lo buscaban a Lázaro para matarlo! Me pregunto... ¿tenía miedo Lázaro de morir? ¡Si ya había muerto! Ya había pasado por esa experiencia; la muerte para Lázaro no tenía secreto; y tan mal no la había pasado, porque cuando resucitó, ¡siguió predicando de Jesús! O sea que mal no la pasó; quiere decir que cuando una persona deja de tenerle miedo a la muerte se hace una persona poderosa y victoriosa en esta tierra. Cuando vos dejes de temer a la muerte, y digas "Señor, me diste esta vida y me la vivo toda; porque cuando me muera voy a estar en tus brazos adorando tu nombre".
Si la mano de Dios está sobre tu vida
vas a ser una persona que declare vida a los demás
Y vas a ser una persona que no solo declare vida para los demás, sino que hable vida para sí misma. Vos tenés que aprender cuando estás enferma a hablarte vida; ese es el mayor aprendizaje: cuando estés enferma, aún en la peor situación hablate vida.
El profeta Ezequiel fue llamado por Dios; Dios lo llevó a un valle de huesos secos y le dijo "di a estos huesos que hablen". Vos tenés que hablar a aquello que está muerto, que está enfermo, dolido, aquello que se ha roto; tenés que empezar a hablarle y hablarle palabras de vida. Porque la vida del Espíritu Santo está dentro tuyo, y vos tenés que empezar a hablarle vida a la enfermedad, a tu cuerpo, a tus huesos, a tus órganos. Porque no vas para la muerte; vas para la vida en abundancia. Empezá a hablar vida para vos y para los demás, porque dice que Ezequiel habló a los huesos y todo el resto lo hizo Dios. Vos solamente tenés que hablar y todo el resto en tu cuerpo lo va a hacer Dios.
Leí una anécdota que me impactó: un pastor sentía que se iba a morir y le dijo a uno de sus amigos "yo te voy a dar estas palabras grabadas en audio, y quiero que cuando yo muera pongas en mi funeral estas palabras grabadas; y que todo el mundo las escuche". O sea, el pastor ¡predicó su propio funeral! Dice que murió y cuando estaban todos reunidos en el velorio, el amigo puso la grabación y se escuchó la voz del pastor que había muerto. Cuando empezó la grabación dijo: "hola amigos, les hablo desde el cielo... ¡y esto es maravilloso!"
Hay que tener la vida como Dios quiere, disfrutando la vida que te dio, sin tenerle miedo a la muerte. Hay que amar la vida que Dios te ha dado; podés vencer la enfermedad hablándole vida a los huesos. Soltá palabras de vida; hablá palabras de victoria. ¿Cómo podemos darnos cuenta que le tenemos miedo a la muerte? Cuando no podemos disfrutar de la vida; una persona que no pueda disfrutar de la vida es porque todavía le tiene miedo a la muerte. Si le tenés miedo a la muerte no vas a poder hablar palabras de vida, porque tu mente, tu pensamiento está dirigido a la muerte... "de esta no salgo, voy a quedar peor, voy a perder toda mi economía por esta enfermedad, nadie me va a querer, quién me va a cuidar", y así todos tus pensamientos van hacia la muerte. Cuando empieces a disfrutar de la vida el miedo a la muerte se va a ir; porque sabés que en Jesús está todo solucionado, en el cielo todo es maravilloso; así que dejá de tenerle miedo a la muerte y empezá a vivir la vida, empezá a disfrutrala.
Cuando Jesús salió de la tumba a los tres días, Él gritó victoria. Los problemas no pudieron gritar victoria, la muerte no pudo gritar victoria, la enfermedad no puede gritar victoria en tu vida; el único que puede gritar victoria en tu vida es Jesucristo.
Los apóstoles de Jesús, aun sus ropas cuando eran llevadas delante de un enfermo se sanaban. Dentro tuyo hay vida de Dios, y cuando soltás vida te sanás vos y sanás a otros. No hay manera de soltar vida y que alguien no se sane; vos tenés que seguir insistiendo en soltar vida, "pero no pasa nada...", seguí insistiendo, soltá más vida, soltá más vida, hasta que dejes de temerle a la muerte, porque ahí está todo bien, y también tiene que estar bien acá. Tenes que empezar a disfrutar de la vida; "ay... cuando me sane pastora, cuando se me vaya esto"; ¡No! ¡Ahora! Porque tenés que empezara a vivir y a recibir la vida en abundancia. Eso es algo que Dios nos ha regalado; eso no se obtiene con un sacrificio especial; ese es un regalo de Dios. La vida y vida en abundancia tenés que empezar a vivirla ahora, disfrutando de la vida que hoy tenés, sin miedo a la muerte. Claro que todos vamos a morir algún día... ¿para qué tenerle miedo? ¡Disfrutá de la vida!

martes, 21 de septiembre de 2010

Las 3 restauraciones

Las 3 restauraciones
Por Bernardo Stamateas
1 Crónicas 4: 9 dice. "Jabés fue más importante que sus hermanos. Cuando su madre le puso ese nombre, dijo: "Con aflicción lo he dado a luz". Jabés le rogó al Dios de Israel: "Bendíceme y ensancha mi territorio; ayúdame y líbrame del mal, para que no padezca aflicción". Y Dios le concedió su petición".
Todos los seres humanos usamos máscaras, son actitudes que usamos para escondernos de los demás, somos expertos en usar máscaras. Usamos una máscara porque tenemos miedo al rechazo; todos los seres humanos tenemos miedo en algún momento de la vida, que alguien en particular nos rechace. Entonces, como tenemos actitudes que nos dan vergüenza que los demás descubran, las tapamos con las máscaras.
Tenemos tres tipos de máscaras
Primero las máscaras ocasionales: son las que usamos en un momento y luego nos las sacamos de encima, por ejemplo: vamos a una fiesta y nos ponemos una máscara, o estamos hablando con gente de dinero y nos hacemos nosotros los que tenemos plata también, o estamos en determinado lugar o vamos a la iglesia y nos hacemos los súper espirituales y al salir nos sacamos rapidito las máscaras. Máscaras ocasionales.

Después están las máscaras para tapar un área, son las máscaras que usamos para tapar un rol que tenemos, por ejemplo, mostrarle a todo el mundo que somos buenos papás, o mostrarle a todo el mundo que somos trabajadores, o mostrarle a todo el mundo que somos espirituales o que somos gente buena, es para tapar un área de nuestra vida.
Y en tercero está la gente que usa las máscaras para tapar toda su vida, es lo que Jesús habla tanto en la Biblia del hipócrita.
El hipócrita no es el que tapa ocasionalmente, no es el que tapa un área, es el que tapa toda su vida, su vida es una mentira. Justamente se llama hipócrita porque el que inventó el teatro griego, el que lo organizó, fue Hipócrates, hipócrita quería decir actor, o sea un buen actor era un buen hipócrita, un buen actor era el que lograba convencer al otro del rol que le estaba mostrando. Todos nosotros usamos máscaras o máscaras ocasionales.
Por ejemplo, usamos máscaras ocasionales cuando estamos con la gente joven, entonces nos ponemos mascaras. Traje la mascara de mi papá también. Como esta Leo lo de Emaus leo, veo que se viene algo grande.

Las máscaras dan risa, cada vez que nos ponemos una máscara los demás se ríen, vos imaginate que te ponés una máscara, te empieza a dar risa; caminás por un lado la gente se ríe; y de pronto querés sacarte la máscara, ya te cansaste, pero resulta que la máscara se te pegó; quiero que te imagines eso, se te pega y no te la podés sacar y tenés que ir a trabajar, tenes que estar con la familia, para festejar el año nuevo, entonces empieza a suceder que lo que te daba risa ahora empieza a molestar, empieza a generar malestar, porque eso es lo que hacen las máscaras. Las máscaras nos ocultan por un tiempo, dan risa a los demás, pero luego terminan trayendo dolor. Las máscaras necesitan de más máscaras porque cuando vos te pones una máscara después necesitás otra máscara para sostener la máscara anterior. Los primeros que usaron la máscara fueron Adán y Eva cuando ellos desobedecieron a Dios; dice que se pusieron una máscara de hojas de higuera. Los primeros que se disfrazaron de higuera fueron Adán y Eva, se pusieron las máscaras porque tuvieron miedo. Cada vez que yo tengo miedo voy a usar una máscara. El miedo al rechazo es la plataforma que hace que yo use una máscara ¿Por qué la uso? para tapar algo de mí que tengo miedo que si los demás descubren me van a rechazar. Digan: Miedo me lleva a usar máscaras para que no vean en mi algo que yo creo que si los demás ven me van a rechazar. Cuando yo siento que tengo un defecto, que tengo una desnudez. ¿Que hicieron Adán y Eva? "Tuve miedo me escondí porque estaba desnudo". Cuando yo veo que tengo un área desnuda, algo que me va a rechazar de parte del otro, entonces yo lo voy a cubrir. El problema no es la máscara, la máscara es la realidad, un banco de niebla para tapar lo que yo no quiero que los demás descubran. Entonces cuando Dios viene a Adán y Eva ¿qué les dice?

Primer lugar
Cuando Dios viene a tu vida lo primero que va a hacer es sacarte las máscaras porque cuando Dios viene a tu vida no viene a condenarte, viene a estar contigo. Dios le dice ¿Dónde estás? no le dijo a Adán y a Eva ¿Qué hiciste? eso te lo dicen los religiosos, pero cuando Dios viene a tu vida no viene a señalarte con el dedo viene a decir que donde estás, yo quiero estar contigo, viene a sacar hojas de higuera para decirte yo te voy a abrazar con mi gloria porque yo no vengo a condenarte, yo vengo a restaurarte, vengo a abrazarte, yo quiero estar contigo.
No necesito máscaras porque Él me conoce como soy, el día que yo acepte mis errores y mis defectos no necesitaré usar máscaras, porque el error de las máscaras ¿cuál es? no quiero que vean mis defectos. Tenemos que aceptar que tenemos errores. Cuántos vieron los carteles de "Buenos Aires trabaja"; Dios trabaja también, te puso un cartel en la cabeza que dice: "Espíritu Santo trabajando". Por cuanto Dios nos está trabajando no necesito máscaras.

Dice que Adán y Eva se vieron desnudos, se les abrieron los ojos de la carne que te hacen ver la desnudez de los demás, pero los ojos del espíritu te hacen ver que Dios está trabajando en ellos. ¿Cuáles ojos son los que se han abierto en tu vida?. Hay personas que tienen los ojos para juzgar a todo el mundo, para desenmascararle la desnudez, para señalarle los pecados, para mostrarles la falla a los demás. Pero otros hemos cerrado esos ojos y hemos abierto los ojos del Espíritu Santo, porque estamos viendo que Dios está trabajando, restaurando, que poco a poco nos está sacando los baches, nos está haciendo asfalto nuevo, nos está acomodando los jugadores, porque los ojos de la carne miran la desnudez de los demás, pero los ojos del espíritu miran a Dios restaurando. Cuando tengas los ojos del espíritu abiertos no necesitarás más máscaras porque dejarás de juzgar a los demás.
Dios va a restaurar tres áreas. Cuando Dios nos saca las máscaras, las hojas de higueras que nos hemos puesto, y aceptamos que tenemos errores, que tenemos defectos, entonces Dios puede empezar a trabajar. Dice que el Señor les sacó las hojas de higuera y mató un animal y los cubrió con piel. Ese animalito muerto era símbolo del sacrificio de Jesús; porque cuando el Señor viene, te saca las hojas de higuera y te abraza y te dice yo voy a estar contigo siempre.
Vamos a cerrar este año y Dios va a restaurar tres áreas en nuestra vida.
1. En el día de hoy, Dios va a restaurar mi niño interior.
Todos los que estamos presentes necesitamos activar nuestro niño interno. Jesús dijo: si no se vuelven como niños no van a entrar al reino: Jesús estaba diciendo que todos los seres humanos tenemos un niño interno que tenemos que mantener sano. Es ese niño la capacidad de divertirme, de jugar y de reír. Dios va a restaurar la capacidad de reír, divertirme, jugar, otra vez.
Jabés nació, la mamá le puso "Jabés" que quiere decir dolor, pero Jabés transformó su dolor en dolores de parto. Jabés dijo: Si yo traje dolor, voy a cambiar mi dolor para que nazca algo nuevo en mí. Y él dijo: "Bendíceme". Bendíceme es una oración que hacen los niños; bendíceme quiere decir, dame la capacidad de reír de divertirme y de jugar. Todo el dolor que has pasado en este año tenés que cambiarlo en dolores de parto, tiene que nacer algo bueno de todo lo que hemos sufrido, tiene que nacer algo bueno de todos los dolores vividos. Jabés dijo: ¡Sí! mi infancia fue dolorosa pero yo voy a parir cuatro cosas nuevas en mi vida y dijo: "Bendíceme, ensancha mi territorio". Y cuando los hijos de Jabés le preguntaban "Papá ¿cómo es que tenés esta casa nueva? ¡ah! esta casa nueva la tengo porque yo sufrí mucho. ¿Y cómo es papá? yo sufrí mucho pero tomé ese dolor y lo parí, lo hice dolor de parto y ahora tengo esta casa nueva. Dios va a bendecir todos tus dolores, serán cambiados en bendiciones materiales, porque Dios va a restaurar nuestra capacidad de reír, divertirnos y jugar. Jesús dijo: "Si no se vuelven como niños, no van a entrar al reino", o sea, al reino, a las bendiciones se entra divirtiéndose. Si vos querés entrar a un lugar tenés que entrar como un niño. Al año que viene vamos a entrar como niños, divirtiéndonos, riéndonos y jugando. Al trabajo nuevo vas a entrar divirtiéndote, a los proyectos nuevos vas a entrar riéndote, porque dice la Biblia: "Entrad por las puertas con acción de gracias", con gozo y alabanza, porque cuando uno restaura su niño interno, donde entra, entra con gozo, alegría. Y hoy entramos al año nuevo con gozo, alegría y diversión. Cuando yo cambio mi presente cambian los recuerdos de mi pasado. Leí que los recuerdos de nuestro pasado que nuestra mente selecciona, son de acuerdo al presente que vivimos. Si vos sanas tu presente, tu mente elegirá otros recuerdos, el pasado se puede cambiar si uno cambia su presente. Cuando uno mejora su presente la mente rediseña los recuerdos que tuvimos y empiezan a aparecer aspectos que nosotros no habíamos seleccionado. Por eso Jabés dijo: "Bendíceme Señor, yo pasé dolor pero ahora dame bendición, restáurame, yo quiero ser un niño que se divierta, que ría". Hay gente que durante todo este año su niño estuvo lastimado, no pudieron reír, no pudieron divertirse. Pero hoy vamos a cerrar el año y le vamos a pedir al rey de la vida que lo sane. Tu infancia fue difícil, pero tu niño interno hoy será sanado por el Señor y Dios te va a dar otra vez la capacidad de reírte, de divertirte, para que tu matrimonio mejore, para que tu paternidad mejore, para que tu trabajo mejore, se tiene que restaurar la capacidad de niño que todos tenemos. Reír, divertirse o jugar.

Deuteronomio 28:47 dice: "Porque no serviste al Señor con gozo y alegría cuando tenías todo ahora sufrirás hambre, sed y desnudez y serás esclavo y te pondrán yugo de hierro". Cuando nació Moisés faraón mandó a matar a todos los niños; el diablo quiere matar tu capacidad de niño. Cuando Moisés sacó a Israel de Egipto faraón le dijo: "Váyanse de Egipto, pero a los niños los dejan acá", eso es símbolo de que el diablo no quiere que tu capacidad de reír, de divertirte, sea restaurada, pero hoy vamos a cerrar este domingo restaurando nuestra capacidad de reír, divertirnos y jugar. El niño pide disculpas y sigue, no atesora rencor, olvida. Cuando una persona tiene su niño sano, esa persona perdona rápidamente. Los chicos juegan, se matan, y a los cinco minutos son amigos de nuevo, Dios nos va a restaurar la capacidad de perdonar rápido, de volver a jugar, de agarrarnos a trompadas y a los cinco minutos estar adorando juntos otra vez.

Ser niños. No se enseñó en las iglesias la importancia de reír, divertirse y jugar, pero sabés, cuando Jesús mandó a los setenta les dijo: Vayan, sanen enfermos, echen demonios, resuciten los muertos. Los setenta se fueron; cuando volvieron Jesús dijo: "Gracias Padre porque las cosas de la revelación se las revelaste a esta gente que son como niños". Pastor, ¿como hacés para que te caiga revelación? andá y divertite, jugá, mirá al que tenés al lado, mostrale los dientes, los que están y los que faltan, decíle tenés que restaurar tu niño, volver a reír otra vez para que Dios te dé revelación. Padre ayudame, mostrame la salida; no te la va a mostrar tenés que activar tu niño. ¿Cuántos niños estamos hoy acá? Se va a restaurar nuestra capacidad de reírnos otra vez. Jesús dijo: ¡Dejad a los niños venir a mí! no dijo apaciblemente "Dejad a los niños venir a mí" no fue así, fue con enojo, porque Jesús estaba en Jerusalén, iba para la cruz y había muchos pibes que se le acercaban al Señor y los discípulos los echaban, ¡Salí pibe! y dice el texto que Jesús los mira a los discípulos enojado ¡¡Dejad a los niños venir a mí! ¡No se lo impidáis!! porque de ellos es el reino. Hay un símbolo, tu niño tiene que acercarse al Señor. Jesús hacía tres cosas con los niños:

Primero los abrazaba. Dios te va a dar todo el cariño que no te dieron en la infancia. Dios va abrazar tu infancia, va abrazar tu niño interno y te va a dar el afecto y el cariño que mamá y papá no te dieron. Dice que los bendecía. Dios te va a dar las palabras de motivación que no te dieron. Pastor, pero mi infancia pasó, pero el niño que está dentro sigue vivo y a ese niño Dios le va a dar palabra para que vuelva a reír, divertirse, jugar.
Segundo les imponía las manos; porque cuando se imponían las manos se transfería poder espiritual. ¿Saben quiénes son los que van a lograr mayores cosas para Dios? los que hayan restaurado su capacidad de niño, sus mejores oraciones y adoraciones salen de los niños. Cuando Jesús entra a Jerusalén, dice que los niños gritaban ¡Hosanna!, los nenes alababan, porque adoración sólo adoran los niños. Si a vos te cuesta alabar a Dios es porque tu niño interno está lastimado y tiene cara de puchero, a mí me lastimaron y sufro mucho, Dios va sanar tu niño. Los fariseos dicen: Hasta a los niños les arrancó una alabanza. Y Jesús dijo algo que me voló la cabeza: "¿No habéis leído que la perfecta alabanza sale de la boca de los niños?". La mejor alabanza es cuando reís, te divertís y jugás con Dios. Ahí sale la mejor alabanza de tu boca.
2. Segunda cosa que Dios va a restaurar: el adulto.
El niño juega, el adulto conquista.
El segundo rol que Dios va a restaurar es tu capacidad de conquistar, porque está bien jugar, reírse, está bien alabar, pero hay momentos donde Dios va a sanar tu capacidad de conquistar, de ir por más. Jabés dijo: "Bendíceme" pero después dijo: "Ensancha mi territorio". Donde hoy estoy no quiero vivir más, quiero que me ensanches, esa es la oración de los adultos, esa es la oración de los conquistadores que dicen: "Está bien, bendíceme para divertirme, pero ahora quiero más casa, quiero más dinero, más prosperidad, ensancha mi territorio, mi visión, mi caminar, mis fuerzas", esa es la oración de los conquistadores y vamos a terminar este año riéndonos, pero lo vamos a terminar conquistando más territorio. Cuando él dice: "Ensancha mi territorio" ¿qué está diciendo?, el territorio ya se había repartido, a Jabés no le había tocado nada, él está diciendo ¿cómo se va a ensanchar si ya fue repartido? Lo que Jabés está diciendo es: cuando alguien desprecie el suyo dámelo a mí. Dios te va a dar todo lo que la gente rechaza, te lo va a dar a vos. Cuando alguien venga y te diga: "Yo no creo en sanidad" vos mirá al cielo y decí: ¡dámela a mí! "Yo no creo que Dios me pueda dar un coche". Esa bendición queda para vos ¡dámela a mí! "Yo no creo en avivamiento masivo", a mí me lo han dicho como cincuenta pastores y a los cincuenta yo les dije ¡dámela a mí Señor! ¡Yo sí lo creo! "Yo no creo que podamos terminar el año en victoria" ¡dame la victoria de él a mí! yo sí lo creo.
¿Quiénes creen que podemos terminar el año en victoria, que vamos a entrar con gozo, que vamos a ver familias bendecidas y que todo lo que hagamos nos saldrá bien?
Cuando alguien te diga: Yo no creo que Dios pueda prosperar en las crisis ¡dámela a mí! porque dice la Biblia que Dios nos dará tierra deseable, te van a desear van a querer ser como vos. ¿Sabes qué era la tierra deseable? era la parcela de tierra donde echaban cualquier semilla y prosperaba. Cualquier promesa de Dios que te caiga encima va a traer prosperidad al ciento por uno. Jabés dijo: Mi mamá me dijo que yo era un infeliz, con dolor, pero vos ensánchame para que cuando mi mamá vea la tierra, se trague las palabras. Dios no le va a callar la boca a los que hablaron mal de vos, Dios te va a bendecir a vos para que cuando la gente vea tus resultados, tenga que tragarse sus palabras. ¡Ensánchame. Tu presencia está conmigo, bendíceme!
Y dice la Biblia que Jehová le dio lo que pidió.
3. Lo tercero que Dios va a restaurar: la capacidad de paternidad.
El niño juega, el adulto conquista y el padre da. Dios nos va a restaurar la capacidad de paternidad. El padre es el que da, porque está bien jugar, divertirse, está bien conquistar, pero tiene que ser restaurada tu capacidad de dar, de formar, de cuidar a alguien. Te voy a mostrar algo que me enseñó el Señor. Yo soy Moisés, él es Josué, donde Josué iba, iba Moisés porque el mentor ¿qué hace? Sigue, cuida, entrena, lo sigue ¿dónde estuviste? ¿Qué hiciste? ¿Qué te pasó? ese es un mentor. El mentor te sigue ¿dónde estás? ¿Qué te gusta? Josué no formó a nadie y después vinieron los jueces, división, porque si a vos te forma alguien y vos no formás a nadie, se cortó la cadena. Ejemplo: David formó a Salomón, era su hijo, donde David iba, iba Salomón. Salomón vas a hacer el templo, Salomón vas a servir a Dios, Salomón vas a traer prosperidad. David formó a Salomón porque el padre entrena, sigue, imparte, bendice, cuida, llama, está encima, pero Salomón no formó a nadie y se dividió el reino. ¿Estás formando a alguien? ¿Estás siguiendo a alguien? llamándolo, cuidándolo, estándole encima. Otro ejemplo: Bernabé cuidó a Pablo, cuando Pablo era un loco, lo cuidó, le puso las manos, le dio vista, le dijo loco no seas tan loco, tratá bien a la gente, no mates a los cristianos, serví, trabajá. Bernabé estaba conectado con Pablo, éste un día llega a Éfeso, Turquía y encuentra a doce personas y los forma y cuando los forma se formó el cordón de tres dobleces y estos doce que Pablo formó unido a Bernabé, ganaron toda Asia para Cristo. Si vos tenés un mentor y sos mentor de alguien, Dios te va a dar ciudades y barrios enteros, tenés que tener un mentor y tenés que cuidar a alguien. Y a Jabés se le restauró la capacidad de paternidad porque Dios le dio un barrio con su nombre. Dios te va a dar un barrio. En ese barrio vivían los escribas, Jabés se transformó en un padre, porque está bien reír y divertirse, está bien conquistar, pero también se tiene que restaurar tu capacidad de llamar, de estar encima de alguien, de formarlo, de cuidarlo. Este año pasaron más de treinta mil personas por primera vez por este lugar, pero el año que viene necesitamos que haya más padres que gente que nos pase; porque si la gente viene pero no tienen un padre, se van. Yo soy padre de los pastores de área, los pastores de los líderes, de los discípulos, de otros, vos tenés que cuidar a alguien y tenés que dejarte cuidar por alguien, si vos tenés un mentor que no te llama, no te sigue, no está encima, es hora de cambiar de mentor, necesitas un mentor para que forme las tres generaciones. Dios le dijo: "Abraham te bendeciré y serás bendición". ¿Por qué Dios no le dijo a Abraham te bendeciré y tendrás bendición? porque hay bendiciones materiales pero hay un nivel más alto, que es cuando vos sos la bendición, donde vos vas sos un río que bendice, tu presencia es la bendición. Durante este año pedimos coches, casas, cancelación de deudas, prosperidad y está muy bien, pero el año que viene vamos a pedir que la bendición seamos nosotros, ser bendición, por eso a Abraham se lo llama el padre de la fe. Ser bendición no es para el niño, el niño es revelación, alabanza, divertirse, pasarla bien, el adulto es el que conquista, el que pelea, el que pide más territorio, el que pide la presencia de Dios, pero el padre es el que da la bendición y cuida e imparte la primogenitura, abraza, se derrama sobre otros. Yo entendí por qué Pablo fue tan grande, estaba conectado a Bernabé que fue su mentor y Pablo entrenó a Timoteo, a Tito, tenía por lo menos ocho, ellos a su vez entrenaron a otros y cuando se hizo la cadena de mentores, esa gente trastornó su mundo, sin Internet, sin radio, ni televisión, sin avión, sin coche, trastornaron pueblos enteros. Hermanos, viene un tiempo de restauración del gozo, vamos a volver a divertirnos otra vez, yo no sé si tu mamá te parió con dolor, pero del dolor vos vas a parir cuatro bendiciones: Bendíceme, ensancha mi territorio, que tu presencia esté conmigo y líbrame del mal. Por cada dolor que pasaste cuatro cosas buenas van a nacer de tu vida. Dios te va a dar la capacidad de que entres a las cosas grandes como un niño, cuando vengas acá tenés que venir como un niño, cuando alabás tenés que alabar como un niño, tenés que recuperar tu niño interior, Dios tiene que sanar la capacidad de reírte. Faraón no quiere que los niños salgan de Egipto, pero Dios va a sacarnos de Egipto y va a restaurar nuestra capacidad de gozo. Durante años nadie pensaba que en la iglesia uno podía ir a divertirse porque el niño interno estaba lastimado, pero Dios lo va a restaurar. Dios va a restaurar tu capacidad de adulto. Hay gente acá que estaba sin motivación, hombres peleando y dominando a su esposa, golpeando a sus hijos porque tu adulto estaba herido, pero hoy Dios te va a restaurar, vas a hacer oraciones insólitas, ensancha mi territorio, dame tu presencia, voy a salir a conquistar, yo no quiero terminar como el montón, a mí no me importa si el noventa por ciento de los matrimonios se divorcian, a mí no me va a pasar, a mí no me importa si de cada diez pibes, siete se van a drogar, mis hijos no se van a drogar. Vos tenés que rebelarte a las estadísticas porque vos no sos del montón, vos sos un hijo del rey, ¡si! te parieron con dolor, pero ahora vos vas a parir las bendiciones que Dios programó para vos. Se viene un tiempo de reírse, conquistar, dar. Dios va a levantar padres espirituales. Hay gente que dice: yo no quiero ser líder; vos tenés que cuidar a alguien, tenés que ser padre, llamar, seguir, estar encima, cuidarlo hasta que esa persona sea madura y pueda ser como vos, con otro, y se forme la cadena. Invitalo durante todo este año, llamalo de vuelta, sé padre. Ser padre no es un título que te dan, es una actitud que vos tenés.

Entonces cuando Jabés fue restaurado, Dios le dio una ciudad.
Cada vez que Dios viene sobre alguien deja una marca.

Voy a soltar algo bien poderoso. Cada vez que Dios venía sobre alguien dejaba una marca. Por ejemplo, una marca era cambiarle el nombre, a veces era una marca física. Un día está peleando Dios con Jacob y le pega en el muslo y Jacob se fue rengueando para toda la vida, porque Dios le dejó una marca de que lo había visitado. Pablo dijo: No me molesten yo tengo las marcas de Jesús. Eso es lo que hoy vamos a orar para cerrar el año, marcame, dame una señal de que has visitado mi vida, si olvidás esa marca perderás las bendiciones. Dios le dijo a Sansón: la marca será tu pelo largo, cuando Sansón no cuidó su marca perdió las bendiciones. Dios te va a dar una marca emocional, espiritual, física, algo que sepas que Dios ha caído sobre tu vida y vos vas a mantener esa marca de la visitación de Dios hasta que Dios te de una nueva marca. Hace quince años atrás yo tuve mi primera marca leyendo el libro de Timoteo, se me cayó una venda, y esa marca me acompañó hasta que Dios me dio otra señal, otra marca, y vos tenés que cuidar esa marca, porque esa marca es la señal de que estás bendecido, esa marca te distingue de otros. Un día estaba Pedro, no había pescado nada, entonces Jesús le dijo: Boga mar adentro y echa las redes. Pedro le dijo: Señor no pesqué nada. ¿Sabés por qué Pedro no pescó nada? porque le faltaba una marca. Lo que vos necesitás es cerrar el año marcado, con una marca. La mamá lo marcó con el dolor pero Jabés dijo: Yo esa marca no la quiero, yo quiero una marca de arriba, bendíceme, ensancha mi territorio, que tu presencia esté conmigo, líbrame del malo; y Dios lo marcó con una oración, su vida cambió, su marca fue una oración, tiene que haber algo que te marque. Y Jesús le dijo: Pedro, boga mar adentro, le dio una palabra. Pedro fue, tiró, se rompían las redes, pidió ayuda, cuando bajó Pedro, Jesús le dijo: "Sígueme", una palabra. Una palabra lo marcó a Pedro, fue grande esa pesca, gracias a esa pesca Pedro sostuvo a la familia tres años y medio, inclusive la suegra que vivía en la casa de Pedro. ¿No te gustaría que Dios te dé una ganancia para que no trabajes tres años y medio y toda tu familia sea bendecida?. Marca, y lo siguió al Señor. Un día al Señor lo llevan a la cruz y una mujer lo agarra a Pedro y le dice: "Vos sos de los que estaban con Jesús, vos hablás como ellos". La criada vio la marca. La gente tiene que ver tu marca y Pedro dijo ¡No, no, no, yo no! negó la marca y se fue a pescar con siete más; le agarró depresión, estaba desnudo, Jesús había muerto y él había perdido la marca, la señal. Jesús se le asoma a la orilla y le dice: ¿Pescaron algo? ¡No! ¡Tiren a la derecha!, le dio una palabra, una marca, porque la marca de Pedro era la palabra; y cuando tiraron recogieron doscientos cincuenta y pico de peces, bajaron y Jesús le dijo: ¿Me amas, me amas? te amo, ¿me amas? le dio una palabra, lo marcó y Pedro quedó marcado con la palabra y Pedro se fue con ciento veinte y predicó dos veces, ganó ocho mil. Pedro predicó porque el que tenía esa marca era Pedro. Dios te va a dar una marca, una señal, Dios te va a marcar con una visitación, y con esa marca traeremos abundancia al 2009, sucederán cosas extraordinarias!
Dios te restaura la capacidad de reír, de conquistar y te restaura la capacidad de dar. Dáme, dáme, bendíceme, ensánchame, acompáñame, líbrame. Esta iglesia tiene una marca se llama avivamiento, el día que dejemos de amar y de ganar gente para Cristo yo voy a ser el primero en irme, porque este ministerio nació marcado para traer un avivamiento, y si vos estás acá esa es la marca de la iglesia sobre tu vida. Dios te va a dar una marca. Cuando Alejandro Boeykens llegó la primera vez, alguien le dio una palabra profética y él se entregó a Cristo, eso fue una marca. Vos necesitas una marca, una experiencia, vos no podés decir ¡Ay! ¡Si! tengo una marca, hace veinte años, una vez me dijeron... no, no, hoy tiene que haber una marca, una señal, algo que te distinga. Cuando Juan el bautista nació dijo: "No va a tomar vino, van a ser las marcas", la gente lo iba a conocer por las marcas, por lo que se iba a distinguir. Lo que necesitamos es una marca y se consigue preparándonos para ser marcados. Hay gente que no es marcada porque no se prepara para la marca. Dios lo agarró a Moisés y le dijo: Moisés prepárate para encontrarte conmigo. Cuando vas al trabajo vos te preparás el día anterior, los zapatos, las medias, el portafolio, te levantás, te bañás, te afeitás y ya tenés todo ahí, si no lo tenés preparado, buscás enojado. Entonces Dios le dijo a Moisés prepárate, mañana a la mañana estarás conmigo. Y Moisés preparó dos tablas de piedra y fue para que Dios le grabe sus leyes.

Prepará tu vida, preparala para encontrarte con el Señor. Preparate para los próximos minutos, tenés que prepararte y decirle: Señor ya estoy listo, yo quiero una señal, una marca, un toque, una palabra profética, una visión, una sensación, una llenura, quiero algo que hoy anote la fecha en mi agenda, como el día de tu visitación, yo quiero que hoy caiga sobre mí, y al salir de aquí, lleve las marcas de mi experiencia y le diga al diablo: ¡No me molestes! porque yo he sido marcado para empezar el año en victoria, para caminar en gloria, para moverme en el favor del cielo. Yo profetizo que el 2009 será año de favores, año bendecido, año de cielos abiertos, yo declaro que mi favor rodeará tu vida, yo te abriré las puertas muy cerradas. Caminarás con gozo y alegría porque restauraré, pueblo mío, tu infancia, tu niñez, yo te daré fuerzas para conquistar, actitud para tomar los tesoros escondidos, te daré estrategias, ahogaré a los egipcios cuando no tengas ejército, levantaré tus manos cuando te canses, yo te haré padre y madre de muchos, cuidarás, impartirás primogenitura, presencia de Dios. Yo te daré marca, tras marca, tras marca, ya no necesitarás máscaras, porque las marcas serán la señal mía que el cielo y mi favor están sobre ti. Lo cerramos en tu casa, lo cerramos como niños, lo cerramos como conquistadores y como padres, abrimos los cielos del 2009, reclamamos lo que otros no quisieron, caminaremos con familias completas y bendecidas. Sobre todos caerá tu gracia y tu gloria, y veremos masivamente el poder del Espíritu Santo, lo declaramos, lo ordenamos, lo sellamos en el poder del nombre de Jesús. Amén.