domingo, 24 de enero de 2016

PROFESOR Y ALUMNO


Profesor: ¿Usted es cristiano, hijo?
Alumno: Sí, señor.
Profesor: Entonces, ¿usted cree en Dios?
Alumno: Absolutamente, señor.
Profesor: ¿Dios es bueno?
Alumno: ¡Claro!
Profesor: ¿Dios es Todopoderoso?
Alumno: Sí.
Profesor: Mi hermano murió de cáncer, aunque él haya orado a Dios para que lo curara. La mayoría de nosotros intentaría ayudar a otras personas que están enfermas. Pero Dios no lo hizo. ¿Cómo es que es un buen Dios entonces? ¿Hmn?
(El estudiante se quedó en silencio.)
Profesor: Usted no puede responder, ¿no es así? Vamos a comenzar de nuevo, mi muchacho. ¿Dios es bueno?
Alumno: Sí.
Profesor: ¿Y Satanás es bueno?
Alumno: No.
Profesor: ¿De dónde es que viene Satanás?
Alumno: A partir de… DIOS.
Profesor: Eso mismo. Dígame, hijo, ¿existe el mal en este mundo?
Alumno: Sí.
Profesor: El mal está en todas partes, ¿no es así?
Alumno: Sí.
Profesor: Entones, ¿quién creó el mal?
(El estudiante no respondió)
Profesor: ¿Existe la enfermedad? ¿La inmoralidad? ¿El odio? ¿La fealdad? Todas esas cosas terribles en este mundo, ¿no es así?
Alumno: Sí, señor.
Profesor: Entonces, ¿quién las creó?
(El estudiante no tenía respuesta)
Profesor: La ciencia dice que usted tiene 5 sentidos que usa para identificar y observar al mundo a su alrededor. Dígame, hijo, ¿usted ya vio a DIOS?
Alumno: No, señor.
Profesor: Díganos si usted ya oyó a su DIOS
Alumno: No, señor.
Profesor: ¿Usted ya sintió a su DIOS, probó a su DIOS, olió a su DIOS? ¿Alguna vez, usted ya tuvo alguna percepción sensorial de DIOS?
Alumno: No, señor. Discúlpeme, pero no la tuve.
Profesor: ¿Pero usted aún cree en Él?
Alumno: Sí.
Profesor: De acuerdo con el protocolo empírico, comprobable, demostrable de la Ciencia, su Dios no existe. ¿Qué piensa usted de eso, hijo?
Alumno: Nada, yo solo tengo mi fe.
Profesor: Sí, fe. Es con eso que la Ciencia tiene un problema.
Alumno: Profesor, ¿existe el calor?
Profesor: Sí.
Alumno: ¿Y existe el frío?
Profesor: Sí.
Alumno: No señor, no existe.
(El auditorio se quedó muy callado con esa sucesión de eventos.)
Alumno: Profesor, usted puede tener mucho calor, y aún más calor, sobrecalentamiento, calor blanco, poco calor o ningún calor. Pero no tenemos nada que se llame frio. Podemos alcanzar los -236 grados bajo cero, que no es calor, pero no podemos ir más allá de eso. El frio no existe. Frio es solo una palabra que usamos para describir la ausencia de calor. No podemos medir el frio. El calor es energía. El frio no es lo opuesto al calor, señor, solo es la ausencia de él.
(Había silencio en el auditorio)
Alumno: ¿Y acerca de la oscuridad, señor? ¿Existe la oscuridad?
Profesor: Sí. ¿Qué es la noche, si no existe la oscuridad?
Alumno: Usted está nuevamente equivocado. La oscuridad es la ausencia de algo. Usted puede tener poca luz, luz normal, luz brillante, luz tenue. Pero si usted no tiene luz, constantemente, usted no tiene nada, y eso es llamado oscuridad, ¿no es así? En realidad, no lo es. Si eso fuese correcto, usted sería capaz de hacer más oscura la oscuridad, ¿o no lo sería?
Profesor: Entonces, ¿cuál es el punto al que quiere llegar, muchacho?
Alumno: Señor, mi punto es que su premisa filosófica es defectuosa.
Profesor: ¿Defectuosa? ¿Puede explicar cómo?
Alumno: Profesor, usted está trabajando en la premisa de la dualidad. Argumenta que hay vida y hay muerte, un Dios bueno y un Dios malo. Usted está viendo el concepto de Dios como algo finito, algo que podemos medir. Señor, la Ciencia no puede explicar un pensamiento. Usa la electricidad y el magnetismo, pero nunca los vio, mucho menos, completamente, comprendió cualquiera de ellos. Ver a la muerte como lo opuesto a la vida es ignorar el hecho de que la muerte no puede existir como algo sustantivo.
La muerte no es el opuesto de la vida, solo es la ausencia de ella. Ahora dígame, profesor, ¿usted enseña a sus alumnos que ellos evolucionaron de un mono?
Profesor: Si usted se está refiriendo al proceso evolutivo natural, sí, claro, yo lo hago.
Estudiante: ¿Usted ya observó la evolución con sus propios ojos, señor?
(El profesor meneó la cabeza con una sonrisa, empezando a darse cuenta de hacia dónde estaba yendo el argumento.)
Estudiante: Como nadie jamás observó el proceso de evolución en la práctica y no puede ni siquiera probar que ese proceso es un emprendimiento en curso. ¿Usted no está enseñando su opinión, señor? ¿Usted no es un científico, sino un predicador?
(El aula estaba alborotada)
Alumno: ¿Existe alguien en el aula que ya haya visto el cerebro del profesor?
(El aula explotó en carcajadas)
Alumno: ¿Existe alguien en el aula que ya haya oído el cerebro del profesor, lo sintió, lo tocó, lo olió? Nadie parece haber hecho eso. Así, de acuerdo a las reglas establecidas de protocolos empíricos, estables y comprobados, la Ciencia dice que usted no tiene cerebro, señor. Con todo respeto, señor, ¿cómo confiar en sus disertaciones?
(La sala quedó en silencio. El profesor miró al alumno, con el rostro insondable.)
Profesor: Creo que usted va a tener que tomarlas por la fe, hijo.
Alumno: Es eso, señor… ¡Exactamente! El eslabón entre el hombre y Dios es la fe. Eso es todo lo que mantiene las cosas vivas y en movimiento.
Autor desconocido
P.D.: Estoy seguro de que a usted le ha gustado la conversación. Y si fue así, usted, probablemente, va a querer que sus amigos y compañeros la aprovechen, ¿no?
Transmita esto para aumentar su conocimiento o fe.