sábado, 3 de noviembre de 2012

HE APRENDIDO


HE APRENDIDO

He aprendido que hay personas que te aman pero no saben cómo expresarlo.
He aprendido que el dinero es una pésima forma de llevar un récord.
He aprendido que mi mejor amigo y yo podemos hacer cualquier cosa, o no hacer nada, y pasar un buen rato.
He aprendido que a veces la gente que crees que te patearán si caes, son quienes posiblemente te ayudarán a levantarse.
He aprendido que la  verdadera amistad continúa creciendo, incluso a la distancia. Lo mismo pasa con el verdadero amor.
He aprendido que si alguien no te quiere como quieres que te quiera, ello no significa que no te quiera con todo lo que tiene.
He aprendido que la madurez tiene más que ver con el tipo de experiencias que has tenido y lo que has aprendido de ellas,  menos que ver con la cantidad de cumpleaños celebrados.
He aprendido que nunca debes decirle a un niño que sus sueños son irreales.
Pocas cosas son tan humillantes, y que tragedia sería si lo creyeran!
He aprendido que no importa qué tan bueno sea un amigo, a veces te herirá.
Y debes perdonarlo por eso.
He aprendido que no siempre es suficiente que los demás nos perdonen. A veces debes aprender a perdonarte a ti mismo.
He aprendido que no importa que tanto te hayan roto el corazón, el mundo no se detiene por tu dolor. Duro…no?
He aprendido que nuestro pasado y las circunstancias pudieron haber influido en quienes somos, pero aun así somos responsables por quieres seremos.

EL PODER DEL PENSAMIENTO

Todo el tiempo estamos utilizando palabras, pero rara vez pensamos lo que decimos o en la forma que lo decimos. Nos sorprendería saber que muchos de nosotros pensamos en términos negativos. Por eso es fundamental modificar nuestro diálogo interno. En lugar de expresiones como “no sé si llego”, “no sé si llego”, “no se si alcanzo”, “es casi imposible”, “me gustaría pero…”, “lo dudo mucho”, decir “puedo”, “iré”, “me voy a postular”, “voy a competir”; optar por seleccionar o hacer una “búsqueda” de expresiones positivas.
Tenemos que tener nuestra mente como un imán capaz de transmitir y captar todo lo que nos beneficie y no aquello que nos introduzca a un auto-boicot.