domingo, 3 de octubre de 2010

Alianza con Dios

El Señor Jesús no vino a traer paz a la Tierra de forma que todos tengan paz entre sí. Esto es imposible porque mientras haya tinieblas en este mundo siempre habrá guerra entre la luz y las tinieblas.
Si usted tiene una alianza con Dios, usted es luz y tendrá paz con Dios. Pero, en el lugar que usted trabaja o vive, siempre va a encontrar personas incrédulas con pensamientos o comportamientos completamente diferentes a los suyos. A veces, algunas de esas personas van a la iglesia, pero por el hecho de no tener una alianza con Dios son incrédulas y siempre serán usadas por el mal para levantarse en contra suyo.
En realidad, usted tiene una visión de la grandeza de Dios, y por eso es considerado como un loco, debido a su fe en la Palabra de Dios. Cuando usted hace un desafío con Dios, colocando su ofrenda en el altar; cuando hace un sacrificio, es considerado como tonto o tonta, que tiene que ser internado en un psiquiátrico. Cuando lo hacía para el diablo, no había problema, pero, para Dios los tiene. Debido a esta imposible convivencia de la luz con las tinieblas, el Señor Jesús nos dio un arma, una espada, no física, sino espiritual e infalible. Tiene que ser usada, en caso contrario las tinieblas prevalecen. Esta arma Abraham la usó con perseverancia.
Cuando usted va a la iglesia, tiene la oportunidad de fortalecerse con esta arma. El discurso aquí es completamente diferente de lo que oye o ve en el trabajo o en su casa. Allá hay duda; aquí hay fe. Sin contar que la persona pasa más tiempo en casa o en el trabajo que en la iglesia. De ninguna forma Dios quiere la división de la familia, pero si el padre fuera luz y el hijo fuera tinieblas, o si la madre fuera luz y la hija fuera tinieblas, o si la nuera fuera luz y la suegra fuera tinieblas, entonces van a existir conflictos y guerra. Por eso, la necesidad de que la espada sea colocada en práctica con perseverancia a fin de que las tinieblas sean destruidas.
Antes, usted amaba más a su padre y madre que al Señor Jesús. Ahora, debido a su alianza incondicional con Dios, los ama menos. El diablo hace pensar a la madre que perdió al hijo; el marido piensa que perdió a la esposa. Todo eso, se suma a la cruz que los que tienen una alianza con Dios cargan. Lo que usted tiene que hacer para vencer es permanecer en la fe, fiel a la alianza que tiene con Dios.
Obispo Romualdo Panceiro

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