lunes, 11 de octubre de 2010

Experiencias cumbres

Experiencias cumbres
Por Bernardo Stamateas
Lucas 15:21" Y el hijo le dijo: Padre he pecado contra el cielo y contra ti ya no soy digno de ser llamado tu hijo".
Josué 14:10 "Ahora bien, Jehová me ha hecho vivir como él dijo, estos cuarenta y cinco años desde el tiempo que Jehová habló estas palabras a Moisés, cuando Israel andaba por el desierto y ahora he aquí hoy soy de edad de ochenta y cinco años".
Hoy vamos a activar el mejor momento de nuestra vida porque Dios nos va a dar experiencias cumbres. ¿Cómo estar en mi mejor momento?
Jesús tenía dos audiencias: los fariseos y los publicanos. Los fariseos eran los religiosos. Estaban llenos de ritos, todo era ley, todo era malo, inmundo, todo era pecado y lo único que ellos hacían era condenar a los publicanos. Los publicanos eran la gente común, la gente trabajadora, la gente que vivía la vida loca, aquellos que hacían lo que querían.
Los fariseos vivían despreciando a los publicanos pero cuando Jesús empezó su ministerio lo seguían los publicanos, los ladrones, las prostitutas, los locos. Los fariseos vieron que toda la multitud lo seguía a Jesús y que él comía con ellos, salía con ellos, hablaba con ellos, compartía con ellos, y se enojaron.
Entonces Jesús les cuenta la parábola del hijo pródigo. Había un padre que tenía dos hijos y el menor, que representaba a los publicanos, le dijo al papá: "dame los bienes no voy a esperar a que te mueras". Tomó los bienes, se fue a un país gentil, gastó la plata y terminó con los cerdos, cansado. Pero entró en razón y dijo: "volveré a la casa de mi papá, le diré papá pequé perdoname, haceme como un empleado pero necesito que me des de comer".
Cuenta la historia que el hijo menor, llegó y le pidió perdón al papá. Éste lo abrazó, lo besó, mató un becerro e hizo una fiesta. Cuando Jesús contaba esto los fariseos estaban que explotaban porque ellos esperaban que ese padre castigara al hijo, que ese padre despreciara al hijo que le gastó toda la herencia. Pero el papá lo abrazó, lo besó y cocinó un becerro.
El hijo mayor que quedó en la casa cuando escuchó que estaban haciendo una fiesta preguntó: "¿qué es esta fiesta?". "¿No te enteraste? Vino tu hermano que gastó toda la plata y tu papá le hizo una fiesta". Entonces se enojó y no quería entrar a la fiesta. Ahí Jesús representa los dos sistemas que buscan destruir al hombre.
Hay dos sistemas creados por el enemigo para destruir al ser humano:
  1. el sistema religioso y
  2. el sistema anti-Dios.

Veamos el sistema anti-Dios.
Ese muchacho que le pidió toda la herencia y se fue lejos a gastar todos los bienes era el publicano que representa el sistema anti-Dios. La Biblia llama a eso "mundo". Mundo es una manera de pensar que se opone a la manera de Dios. Es un sistema que te odia, un sistema que te dice: "divertite, sé feliz, hacé tu vida". Pero en el fondo te quiere destruir. Es el sistema que te dice: "alejate de papá, viví la vida loca mientras no molestes a nadie, robá, mentí, hacé lo que quieras".
Pero es un sistema diabólico porque terminás sin herencia:
- terminás sin papá,
- terminás con los cerdos,
- terminás muerto.

Este chico entró en razón y volvió a la casa de su padre. Cuando llegó lo único que quería era comer pero antes de que papá le diera pan lo abrazó. Lo que te hace este sistema es matarte de hambre emocional, vaciarte emocionalmente para que quedes vacío.
Hay gente que vive la vida loca pero su cuerpo está vacío de amor, vacío de abrazos.
Fuimos creados para recibir amor, el órgano más importante que tenemos después del cerebro es nuestra piel. Toda nuestra piel es el doce por ciento de nuestro peso corporal. Tenemos cinco millones de células que perciben en nuestra piel frío, calor, bronca, odio, alegría, etc. Nuestra piel es un órgano tan importante que es nuestro primer medio de comunicación. Existen metáforas que representan cuando hablamos a la piel: un toque personal, un toque mágico, un roce, se palpa, meter el dedo en la llaga, los intocables, se me puso la piel de gallina.
Porque cuando no somos acariciados en el cuerpo, que es lo que quiere este sistema anti-Dios, el cuerpo queda vacío, queda con hambre. Hoy se ha descubierto que muchos chicos que no fueron acariciados se murieron. Eso se llama "marasmo". En el siglo diecinueve en muchos orfanatorios a los bebés se los cambiaba, se les daba la mamadera, pero no se los acariciaba y terminaban muriéndose.
Cuando no hay amor en el cuerpo esa persona termina muerta y este sistema anti-Dios va a hacer todo lo posible para que vivas la vida loca pero nunca experimentes amor en tu propio cuerpo. Cuando una persona no fue acariciada puede tener sexo compulsivo. Las personas adictas al sexo y a la pornografía lo que están buscando en el sexo es una caricia afectiva. Se sabe que muchos chicos que tienen masturbación compulsiva y se tocan son porque están pidiendo indirectamente que los papás los acaricien, los abracen.
La gente que no tiene motivación, que no tiene ganas de vivir son personas que no fueron acariciadas. Otras personas necesitan recurrir al dolor, se enferman para que alguien los toque, para que alguien los acaricie. Dicen algunos médicos que mucha gente que va al médico, se enferma en el fondo para que alguien los toque.
El clima emocional que había en nuestra casa quedó en nuestro cuerpo, se nos encapsuló en el cuerpo a través de las caricias o de las formas de acariciar que nos daban. Ese clima emocional quedó pegado en nuestro cuerpo y nosotros llevamos en nuestro cuerpo, seamos concientes o no, el clima emocional que vivimos.
Cuando uno recibe al Señor el Espíritu Santo es como la unción, lo primero que hace es caer sobre tu cuerpo para sacar los climas negativos que están en tu cuerpo y bañarte con el clima de Dios que es la gloria y la presencia y el amor de Papá. Por eso cuando se ungía en la antigüedad, se ungía por fuera se echaba aceite en la cabeza y caía. La unción nos tiene que sanar el cuerpo porque si no tenemos el cuerpo sano el sistema anti-Dios siempre nos va a capturar.
Cuando Pablo dice: "mi cuerpo es templo del Espíritu Santo", está diciendo: "yo no necesito llevar en mi cuerpo ninguna emoción de mi casa, lo que yo necesito llevar en mi cuerpo es la gloria de Dios, ¡yo necesito que el Espíritu Santo se encapsule en mi ser corporal!
Hay cuatro tipos de caricias que nos dieron y encapsularon emociones:

Primero: el que fue tocado con presión.

Personas que presionaban o asfixiaban. Son esos papás sobreprotectores que abrazaban pero no soltaban, controlaban, asfixiaban. ¿Qué le ocurre a esa persona? Esa persona va a estar huyendo de todo el mundo, no va a poder echar raíces en ningún lado porque sus padres presionaron, fueron rígidos y cuando lo tocaban le transmitieron ese clima de rigidez, de asfixia en el propio cuerpo.
Segundo: el que no fue tocado.
Hay personas que nunca fueron acariciadas entonces se les transmitió en el cuerpo un clima de abandono. Por eso no se cuidan, comen cualquier cosa, se auto flagelan o se lastiman porque no fueron acariciados. Nunca nadie les dio un abrazo, una caricia entonces el cuerpo quedó con una sensación de desprotección y abandono enorme.
Tercero: el toque de agresión.
Hay personas que fueron agredidas. Su papá les daba una cachetada o les pegaba, o les daba vuelta la oreja o los empujaba, y ese clima quedó encapsulado en su cuerpo. Por eso hay gente violenta, gente que lastima a los demás porque lleva en su cuerpo la agresión que se les transmitió a través del contacto que lastima. La persona que lleva agresión en su cuerpo agrede a los demás o se automutila.
Se ha descubierto que hay más automutilados que suicidas porque antes se creía que el que se mordía los nudillos o se cortaba con algo, se quería suicidar. Hoy se sabe que el que se quiere suicidar se quiere matar pero el que se autolesiona quiere sentirse vivo. Por eso los chicos hoy se ponen aros en distintas partes del cuerpo, se tatúan, se llenan de tatuajes porque necesitan sentir algo en su cuerpo ya que fueron tocados con agresión.

Cuarto: el toque abusador
Hay personas que fueron abusadas, manoseadas, estimuladas sexualmente, masturbados, estimulados precozmente con películas pornográficas o por padres que los abusaron. Entonces esos cuerpos cargan vergüenza y culpa y van por la vida consciente o sin darse cuenta cargando esos climas.
Así estaba este joven. Cuando él le pidió todo al padre era porque estaba vacio y creía que estaba viviendo la vida loca. Pero cuando volvió le dijo: "padre he pecado contra el cielo y contra ti". Cuando le iba a decir que lo hiciera como un trabajador, el padre no lo dejó terminar, lo abrazó y lo besó.
Lo primero que Dios va a hacer es dejarnos abrazar por el Padre y vamos a liberar todo clima negativo que hayamos llevado hasta el día de hoy, vamos a dejar que el Padre nos abrace, nos bese, porque nuestro cuerpo será templo de la gloria del Señor.
Cerrá tus ojos y recibí esta ministración. Pensá en tu cuerpo, las partes que no te gustan, las partes que están enfermas, cuáles son las emociones que tu cuerpo te despierta. Recordá cómo fuiste tocado. Si nadie te abrazó, si nunca recibiste una caricia o un beso, si nunca te levantaron. O si fuiste golpeado y tu cuerpo encapsuló climas de agresión. Tomá contacto sin miedo con ese clima. O si fuiste sobreprotegido, asfixiado, presionado, controlado. O si fuiste abusado, manoseado. Ahí donde estás renunciá a esas caricias y declará: "Señor yo cancelo estas caricias de mi cuerpo, renuncio". Decile al Señor quién te acarició así y repetí: "le quito autoridad y renuncio al clima emocional negativo que me trajo vergüenza, culpa, bronca, enfermedades, que me hizo usar mi cuerpo para seducir o lastimar a otros. Y hoy bendigo mi cuerpo, mis brazos, mis piernas, mis genitales, mis hombros, te bendigo cuerpo."
Quiero que veas a Papá recibiéndote con los brazos abiertos para darte el abrazo de Él, abrazate a vos mismo como si abrazaces a Papá. Cuando el hijo pródigo volvió, el papá lo abrazó y cuando lo abrazó le impartió su cariño.
Hoy declaro que el cariño de Papá te abraza, hoy declaro que el abrazo curativo de Papá te sana, hoy declaro que el abrazo de Papá te imparte salud porque tú Jehová bendecirás al justo y me rodearás de tu amor. Tú eres mi refugio y con cánticos de liberación me rodearás. Señor te amo, rodéame con tu misericordia porque delante y detrás me rodeaste y sobre mí pusiste tu mano. ¡Gracias Jesús!
Todo nuestro cuerpo sano. Cuerpo sé lleno del clima de Dios y la gloria de Papá. Ordenamos a la enfermedad irse, al dolor, a la vergüenza, a la tristeza, a la agresión y llenamos nuestro cuerpo de su presencia. Dejate abrazar y decile: "te amo Papá". Dejá que la gloria camine por tus brazos, que descienda a tus pies, a tus manos, sobre tu cabeza. Sé sano, sé libre. Repetí: "hago la paz con mi cuerpo y creo que todo mi cuerpo está sano, está bendecido y está lleno de la gloria de Dios. Y cuando abrace a alguien la gloria que está en mí pasará a ellos. Declaro libertad para que mi cuerpo ame, celebre y adore a Papá. Amén".
Todo mi cuerpo está bendecido y ya no lo voy a lastimar más, no lo voy a despreciar más.
La segunda historia es la de Caleb.
¿Cuál fue tu mejor momento? Recordá:
- tu mejor momento económico
- tu mejor momento en lo afectivo
- la reunión que más te bendijo
- el lugar donde mejor te sentiste en toda tu vida.

Una buena noticia: Dios te va a hacer revivir tus mejores momentos.
Están a metros de la tierra prometida. Moisés llama a doce personas, doce príncipes y les dice: "vayan a explorar la tierra". Habían salido de Egipto, entran los doce, miran la tierra durante cuarenta días y regresan con unas uvas. De los doce diez dicen: "no vamos a entrar, hay gigantes, son grandes, son feos, no podemos". Pero dos, Josué y Caleb, dicen: "vamos a entrar ahí porque los comeremos como a pan, Dios nos ha dado esa tierra." Dos millones de judíos los quisieron apedrear y cuarenta años Dios los dejó en el desierto dando vueltas. Pasaron cuarenta años, toda esa generación se murió y los hijos de ellos con Josué y Caleb fueron a entrar a la tierra. Caleb tenia ochenta y cinco años y cuando están por entrar el viejito Caleb le dice a Josué: "ahora que vamos a entrar acordate que hace cuarenta años Dios me dijo que me daría esa montaña y estoy tan fuerte hoy como hace cuarenta años, estoy en mi mejor momento".
No importa cuántos años pasen Dios te va a llevar a vivir tu mejor momento porque desde ahí Dios te dará más todavía.
¿Qué es lo que hizo Caleb que después de cuarenta años estaba igual a aquel mejor momento?
Primero: aprendió a no dejarse envenenar.
Si vos lográs que nadie te envenene estarás en tu mejor momento. Por culpa de los que se quejaron Caleb perdió cuarenta años de su vida. ¿Cuántos platos rotos estás pagando vos por otras personas? ¿Cuántas deudas les estás pagando a amigos, familiares? ¿Por cuántas malas decisiones de tus padres estás cargando vos las consecuencias?
Caleb tenía motivos para estar resentido: por culpa de ellos perdió años de su vida, vio a Moisés y a dos millones y medio de personas morirse.

Segundo: aprendió que estaba detrás de algo nunca antes conquistado
¿Cómo se mantuvo joven Caleb? Porque el quería una montaña que nadie había capturado, estaba detrás de algo que nadie jamás había conquistado. Estaba en su mejor momento.
¿Estás detrás de un sueño loco? Estás en tu mejor momento. Porque proeza es algo que nadie hizo y se realiza por primera vez y en Dios haremos proezas.

El que iba adelante en la carrera del Dakar, cuando le preguntaron cómo fue el primer tramo, respondió: "yo supe que llegué primero porque donde yo iba levantaba polvo, nadie había pasado por allí".
Donde vayas vas a levantar polvo pero Dios te va a hacer el primero, vas a abrir camino porque Dios te va a dar una montaña que no le dio nunca a nadie, y eso te va a mantener en tu mejor momento.
A los caballos en Arabia los matan de sed y luego de tres o cuatro días los sueltan. Los caballos van a tomar agua y el dueño silba. Si el caballo sigue tomando agua ese caballo no está listo para las grandes batallas. Pero cuando el caballo no tomó agua durante varios días y está tomando agua, el dueño le silba y el animal deja de tomar agua y viene donde está su dueño, ese caballo está listo para la batalla porque en el desierto necesitan que el caballo esté sí o sí.
En el desierto Dios te va a entrenar para oír su voz porque vas a lograr lo que nadie logró. Por eso Dios te dio un desafió tan grande porque eso que nadie logró está levantando polvo. Pero tranquilo, al que viene detrás tuyo el camino ya se lo abriste. Por eso Dios va a mantener el momento cumbre, tu mejor momento porque estás detrás de algo que nadie jamás alcanzó.

Tercero: aprendió que su victoria anterior aseguraba su próxima victoria
Estoy en mi mejor momento porque sé que mi victoria anterior es la fuente de unción para mi próxima victoria.
Caleb sabía que si Dios me sacó de Egipto y me sacó con vida de Egipto, esa victoria anterior es la que me inspira para vencer mi próxima batalla. ¿Tenés alguna victoria anterior en tu vida? ¿Hay algo que venciste en tu pasado? Esa victoria es la garantía que Dios te dio, que si Dios te cuidó en tu victoria anterior te va a cuidar en tu próxima lucha. Eso te va a mantener en tu mejor momento porque si Dios te sacó de allí es para llevarte de nuevo a ese lugar.
Cuenta la historia bíblica que Sansón tomó una quijada y con una quijada mató a mil personas, soltó la quijada y avanzó. Cuando avanzó dice que sintió sed, se estaba muriendo de sed y Dios le dijo: "vuelve al lugar de la quijada". Cuando volvió donde había soltado la quijada encontró agua. ¿Cuál es la enseñanza? Cada vez que sientas que tu lucha presente no la podés vencer, recordá tu victoria anterior porque te va a proveer agua, te va a dar fuerzas.
Si Dios te cuidó en tu ayer, ¡victoria asegurada hoy!
Cuarto: aprendió que llevaba la victoria en su sangre
Estoy en mi mejor momento porque tengo el ADN de mis antepasados. Tengo en mi sangre el triunfo de Abraham, tengo un tatarabuelo próspero, tengo la sangre de David que fue un adorador, tengo la conquista de Josué y tengo la autoridad de Débora que fue jueza.
¡Tengo la sangre de Cristo que venció al diablo!
Mis antepasados espirituales me han legado lo que ellos han logrado, eso corre por mi ADN espiritual. Por eso en tu espíritu están todas las victorias de tus antepasados que amaron a Dios: las riquezas de Salomón, la alabanza de David, la unción de Débora. Todo está dentro tuyo encapsulado, por eso Dios te va a llevar a tu mejor momento. Si la genética en lo natural puede mantener tu cuerpo sano, la genética espiritual te mantendrá en victoria siempre.
Donde el enemigo me ataque, Dios me dará super-bendición.
¿Cuántos están siendo atacados, presionados, en crisis? Allí hay muchas bendiciones. Donde estás siendo atacado primero ahí hay escondidas muchas bendiciones. Abraham no podía tener un hijo y cuando lo tuvo no tuvo un hijo sino una nación. Dios le dijo que le daría una nación, donde el diablo lo atacaba el Señor tenia una nación escondida.
Cuando llegaron los doce con Josué y Caleb dos dijeron: "entremos a la tierra". Diez dijeron que no y dos millones decidieron no entrar. Caleb fue minoría pero la minoría condujo a la próxima generación que fue la mayoría. Cuando a vos te acusan de minoría es porque vas a liderar la mayoría. ¿Por qué Dios mantuvo el cuerpo de Caleb fuerte? Porque lo quisieron apedrear, quisieron destruir su cuerpo. Pero Caleb dijo: "si quieren destruir mi cuerpo es porque en mi cuerpo hay grandes bendiciones de Dios". Y Dios lo mantuvo sano, bendecido porque donde el diablo te ataca Dios soltará miles de bendiciones.
¿Cuánto fue lo máximo que ganaste? Dios te va a llevar a.C. otra vez y de allí para arriba.
¿Cuál fue el recuerdo más lindo que tenés? Fue un recuerdo ahora va a ser un estado. Dios te va a llevar a vivir en tu mejor momento, con la misma fuerza, la misma pasión, las mismas ganas.

Quinto: aprendió que tenía una promesa de parte de Dios
¿Cómo es que Caleb mantuvo su mejor momento? Porque tenía una promesa.
¿Cómo es que no te mataste con los problemas que tenés? Es que tengo una promesa.
¿Cómo podés soportar que tus hijos estén en la droga? Es que tengo una promesa
¿Cómo podés no tener trabajo y seguir adelante? Es que tengo una promesa
¿Cómo no tenés miedo con todo lo que dicen que va a ocurrir? Es que tengo una promesa.

Cuando Caleb llegó con los doce le dijo a la multitud: "nosotros podremos más que los gigantes" ¿Qué tenia Caleb? Una promesa.
¿Querés recuperar tu mejor momento? Debés llenarte de una promesa. ¡Más podremos nosotros que ellos!
Frente a la pobreza, frente a la enfermedad, vos vas a poder más porque tenés una promesa.

Cuando llegaron los doce, Moisés les preguntó: ¿Qué vieron? Diez dijeron gigantes, dos dijeron tierra. Diez dijeron son malos, dos dijeron tierra. Diez dijeron nos van a matar, dos dijeron tierra. Porque lo que hablás es lo que posees. Ellos hablaron gigantes, gigantes los mataron en el desierto, se murieron. Los dos que hablaron tierra, conquistaron tierra.
Todo lo que hables, todo lugar donde siembres tu promesa, tu promesa te va a traer fruto al ciento por uno.
Necesitamos una promesa que nos va a mantener cuarenta, cincuenta, sesenta años. Nos va a mantener firmes.
El gobernador de Massachussets estaba haciendo campaña política y fue a un colegio, se puso en la fila para recibir comida gratis y cuando llegó su turno le dieron una sola porción de pollo. El gobernador dijo: "señora, póngame otro pedazo más que tengo hambre". Le respondieron: "no, es una porción para cada uno". "Señora, usted no sabe quién soy yo". "No me importa", le contestó la mujer. "¡Yo soy el gobernador de la ciudad!". "Y yo soy la que reparte el pollo, muévase".
Cuando vos tenés una promesa vas a saber quién sos.

Sexto: aprendió que iba a dejar herencia para sus descendientes
¿Por qué Caleb se mantuvo joven? Porque él quería bendecir a su familia, él iba a tomar el monte. A los ochenta y cinco años entró y tomó el monte donde estaban enterrados Abraham y Sara. Ese monte, Hebrón: el monte de Dios, tenía historia. Había tres gigantes ahí pero el hombre se dijo estoy hecho un pibe, estoy en mi mejor momento y lo cuidé para que Dios me lleve a otro momento cumbre. Y tomó el monte porque se lo quería dejar de herencia a sus hijos y a los hijos de sus hijos. Cuando su hija se casó con Otoniel, el papá le dio herencia.
Los sueños que están en tu corazón tienen que ser herencia para tu familia porque si un abuelo, un papá, un hijo quiere lograr algo para dejárselo a sus descendientes, para bendecir a su familia, estarás siempre en tu mejor momento.
Algunas personas dicen: "yo ya prosperé así que los mensajes de prosperidad no me interesan, yo ahora quiero estudiar más exégesis porque ya lo otro no lo necesito". Vos tenés que dejar herencia, tenés que pensar cómo vas a ser de bedición a tu casa porque la Biblia dice que nosotros dejaremos herencia por mil generaciones.
Tenés que escalar tu montaña, tenés que tomar tu sueño.
Caleb tomó su montaña, se sentó y oró: "Señor ahora quiero esa otra montaña". Porque los conquistadores siempre avanzan y van por más. Dios va bendecir a nuestras familias, nos va a quitar los malos momentos y nos va a llevar a nuestros mejores momentos. Y en este lugar vamos a crear el clima para tener un gran momento con Papá.
El hijo pródigo dijo: "en la casa de mi padre hay abundancia". Él recordó su mejor momento. Cuando volvió no solamente tuvo su mejor momento sino que se añadió el amor de papá.
Decile al Señor: "dame mi mejor momento, que hoy sea mi mejor encuentro contigo, que vos pongas el espíritu de Caleb dentro mío, que hoy me mantengas sano, me mantengas con autoridad que nadie me pueda envenenar. Señor, desde mi mejor momento levántame a momentos grandes porque yo dejaré herencia a mi casa en lo espiritual, en lo emocional, en lo económico. Tomaré mis montañas, abriré camino porque tengo una promesa".
Padre bautízanos en este DIA con la unción que estaba en Caleb, levántanos como conquistadores, llévanos a nuestros mejores momentos. Declaramos que todo lo que hagamos nos saldrá bien. Amén".
Quiero que pienses en familiares tuyos y cómo te gustaría bendecirlos, qué te gustaría regalarles o expresarles porque esa va a ser la montaña que les vas a dar. Hoy declaramos que dejaremos herencia a nuestra casa, seremos de bendición porque no hay límite, no hay freno.

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